J. F.
Fecha de publicación:
18/5/2008
LA VOZ DE GALICIA
Abel Caballero fue elegido alcalde con nueve votos socialistas y cinco nacionalistas, frente a los 14 del PP. El pacto de gobierno y el reparto de áreas se lograron con facilidad, pero el día a día del primer año del mandato ha sido más complicado. El Bloque se salió con la suya en su empeño por la tenencia de alcaldía única, pero ni mucho menos ha podido ofrecer la imagen de su líder, Santiago Domínguez, como número dos del gobierno. La realidad es que Caballero no tiene número dos ni siquiera en su partido; el actual alcalde ejerce el cargo con una visión personalista de la política sin límite alguno.
Actúa como alcalde sin pausa: no viaja para no delegar el cargo, no se levanta de un pleno para que Domínguez no le sustituya ni un minuto en el sillón presidencial en el pleno( ¿ni para ir a mear? Pregunta mia) y ejerce personalmente como portavoz del gobierno, tarea que le resulta especialmente gratificante.
En el lado opuesto, los nacionalistas se esfuerzan por resaltar su labor, unas veces con más fortuna que otras. Cuando piensan que el PSOE se entromete protestan de manera pública, pero da la impresión de que el alcalde se toma cada vez menos en serio sus quejas. Ocurrió con en materia deportiva y cultural, y en el pleno del Plan Xeral, en el que Caballero fue por libre y decidió vetar el acceso del público y el Bloque se vio cogido entre la espada y la pared, optando una vez más por la conformidad crítica.
Es de público conocimiento la existencia de un gobierno dividido en dos y que trabaja por separado. También es cierto que ha ofrecido resultados sin enorme relevancia para el gran público pero de significación, como la elaboración del presupuesto del 2008 sin tensiones y que entró en vigor el 1 de enero, algo sin precedentes. PSOE y BNG tampoco chocaron en la aprobación del Plan Xeral. Y es muchas tensiones entre ambos lideres no se trasladan al resto de los concejales. Unos y otros mantienen en general aceptables relaciones lo que redunda en beneficio de la coalición.
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