martes, 20 de mayo de 2008

"Superheroes: Fashion and Fantasy" Metropolitan Museum of Art New York



Remedando al personaje de dibujos Edna Mode ( según las malas lenguas alter ego animado de la archimalvada por excelencia de la moda Anna Wintour ) en Artelista hemos llegado a la conclusión de que “la capa hace al superhéroe”. Y la máscara, las botas y los trajes... en conclusión, todo aquello que los oculta y al tiempo los define. No es que nos hayamos sumado a la promoción de ningún estreno de cine, ni de un videojuego, ni tan siquiera de un cómic; es que hemos descubierto a Batman, Hulk, Wonder Woman, Spiderman, X-Men, y compañía, ¡en un museo! El Metropolitan de Nueva York ( EE.UU. ) reúne por primera vez a todos los grandes superhéroes de la historia en una exposición en la que la moda se convierte en la guía para descubrir los verdaderos secretos que encierran estos “mutantes de papel”. HASTA EL 1 DE SEPTIEMBRE DE 2008.




Dimé qué llevas puesto…

Es difícil imaginar a Superman sin su famosa “S” en el pecho, o vestido de otros colores que no sean rojo y azul, una combinación que no puede decirse que sea discreta pero que le permite el resto del tiempo ser un nerd en la forma de Clark Kent. Su traje es su catalizador, el símbolo visible de aquello que el resto del tiempo debe permanecer oculto. Y al mismo tiempo es, hoy día en nuestro imaginario, un símbolo de valores, en este caso positivos ( fuerza y bondad ). No es el único: cada uno de los trajes que portan personajes como Iron Man, Flash o Catwoman lleva implícita una connotación de carácter social, patológico e, incluso, sexual. El Museo Metropolitano de Nueva York las desvela ahora en esta interesante exposición en la que se analizan las asociaciones simbólicas y metafóricas existentes entre moda y superhéroes




Alta costura y superhéroes

Dior, Galliano, Jean Paul Gautier, Alexander McQueen… son algunos de los diseñadores que se han inspirado en la imagen de superhéroes para sus colecciones, resaltando en estas creaciones aquellos elementos, aislados y sintetizados, que construyen sus identidades y les otorgan connotaciones más allá de la mera forma. Así, la apariencia monstruosa, casi tectónica, de Hulk es una representación directa de masculinidad y vigor, simbolismo explícito tomado por diseñadores como Walter van Beirendonck o Naoki Takizawa y aplicado en la forma de trajes “neumáticos” que pueden hincharse y adquirir una apariencia mas vigorosa. Sucede igual con el claro patriotismo de Wonder Woman, representado por medio de un traje diseñado a partir de la bandera americana y fuente de inspiración para Bernhard Willhelm, Viktor & Rolf y Catherine Malandrina, entre otros, o Catwoman y su fetichista apariencia adaptada en las colecciones de Thierry Mugler, Dolce & Gabbana, Gianni Versace, etc.


Un reflejo del mundo

Junto con esto, la apariencia de los superhéroes –no limitada tan sólo a su traje, sino ampliada en muchos casos a su propia constitución física- es un reflejo de los cambios y los miedos de la propia sociedad en la que nacieron. Hulk, surgido en la época de la Guerra Fría, es el resultado de la exposición de Dr. Bruce Banner a una cantidad de radiación masiva, Tony Stark construye un traje a prueba de bombas, origen de Iron Man, en época de la Guerra de Vietnam, y los X-Men, alegato múltiple contra el racismo y los prejuicios, son un ejemplo de mutación contrapunto del cambio en el concepto de belleza iniciado en los ochenta. Son sólo algunos casos presentes en la exposición ofrecida por el Metropolitan, en un intento de análisis histórico y antropológico de un conjunto icónico que va más allá de la mera frivolidad de un dibujo.

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