jueves, 10 de diciembre de 2020

Théophile Alexandre Steinlen



 Francia, 1859–1923

Théophile Alexandre Steinlen, uno de los artistas más conocidos y a la vez desconocidos de Montmartre de finales del siglo XIX. Su nombre quizás no suene a mucha gente, pero sus diseños y carteles son iconos de una época y una estética, llena de alegría, sentido del humor y valentía a la hora de experimentar en cuanto a conceptos y formas: una de las épocas más fascinantes de la historia del arte.

Steinlen empezó su carrera como diseñador y frecuentó el barrio de Montmartre en París, donde empezó también con la pintura y el dibujo. Las caricaturas también fueron su fuerte, pero lo que en realidad le dio la fama fueron sus extraordinarios carteles, los más populares y valorados de la historia del arte junto a los de Alfons Mucha y Toulouse-Lautrec.

Fue uno de esos artistas del Art Nouveau, que llevaría el diseño a las masas como una más de las artes mayores. Fueron buenos tiempos para el diseño publicitario. Publicitando algo, no hacía falta ni saber leer. Las imágenes lo decían todo, como bien sabía Steinlen en esos tiempos de felicidad postindustrial.

Steinlen es también conocido por su amor -obsesión podríamos decir- por los gatos. Gran parte de su obra se basó en representar de una u otra manera a los felinos.

Es sabido que Steinlen era un tipo bueno y generoso. Un artista conocido por tener auténticos ideales socialistas, de esos que sirven para amar a los más necesitados, porque todos somos iguales.

Y por supuesto amar también a los gatos, seres sin duda superiores, a juzgar por la gran cantidad de obra dedicada a ellos que nos dejó el gran Steinlen.

historia-arte

(CC) Miguel Calvo Santos, 17-04-2018

lunes, 7 de diciembre de 2020

Nicanor Piñole




Gijón (Asturias), 7.I.1878 – 18.I.1978. Pintor.

Fue, junto a Evaristo Valle, el principal responsable de la renovación del panorama artístico regional asturiano.

En 1892 comenzó sus estudios en la Escuela de San Fernando como discípulo de Carlos Haes y Antonio Muñoz Degrain, con el que obtuvo un premio de paisaje en 1897. A través de este último, ingresó en el estudio de Alejandro Ferrant, donde entabló amistad con los hermanos Valentín y Ramón Zubiaurre y Cristóbal Ruiz.

Tras un breve período en su ciudad natal, en 1900 se trasladó a Roma, donde compartió un estudio con Gili y Roig en Villa Straufera y fue asiduo del Círculo Internacional de Bellas Artes. Las experiencias vividas en Roma y su paso previo por París ejercieron una influencia determinante en su obra. En este período, su personalidad artística queda plenamente definida en Familia pobre que presentó a la Exposición de Arte Moderno celebrada en Roma en 1902, a la Nacional de 1904 y a la Internacional de Buenos Aires de 1910, donde obtuvo una Medalla de Bronce. 

El tema central es una maternidad recogida y melancólica en la que Piñole deja constancia de su opción estética, basada en la sobriedad cromática, con un dominio de tonos ocres delicadamente matizados, y una sabia aplicación de las manchas de color que estructuran sólidamente el conjunto de la composición.

En 1902 regresó a Gijón, donde estableció su residencia definitiva, alternándola con prolongadas visitas a Madrid, ciudad en la que frecuentó tanto el Círculo de Bellas Artes, como las tertulias madrileñas de renovación artística. En estos lugares, trabó amistad con figuras tan representativas como Santiago Rusiñol, Ricardo Baroja y Miguel Anselmo Nieto, entre otros.

Vinculado a los concejos de Gijón y Carreño, y muy especialmente a la Quinta de Chor, residencia estival del pintor, cultivó con asiduidad la pintura de paisaje al aire libre. Son obras de pequeño formato, pintadas al óleo sobre cartón, en las que el soporte adquiere protagonismo cuando la pincelada se alarga y aligera de materia, en contraste con otras zonas en las que el trazo es más rico en empaste, corto y dinámico.


Son visiones vitales y hedonistas, con una clara delimitación entre la zona ajardinada y la naturaleza abierta del valle de Prendes, que le servirán para desarrollar obras de mayor envergadura, alguna de las cuales presentó a la Exposición Nacional de 1904.


A partir de 1912, con motivo de sus excursiones al puerto de Tarna y Pajares, comenzó a pintar sus primeros paisajes de montaña, tema que será recurrente en su producción posterior y muy especialmente a partir de 1941, cuando inició su amistad con José Ramón Lueje y se integró en la Agrupación Montañera Astur Torrecerredo. En ellos parte de una observación rigurosa de la realidad, pero trasciende su descripción meticulosa, en favor de lo esencial de una naturaleza intensamente vivida.

El retrato es otro de los géneros que Piñole cultivó con mayor asiduidad. De primera época son una espléndida serie de retratos de su madre, Brígida Rodríguez Prendes, sus tíos, Manuel y Manuela Prendes, sus primos y amigos más íntimos, protagonistas absolutos de gran número de dibujos con los que el pintor perseguía la rápida


 Real Academia de la Historia 2018

martes, 1 de diciembre de 2020

Antonio Fontanesi




 Antonio Fontanesi (Reggio Emilia, 23 de febrero de 1818 – Turín, 17 de abril de 1882) fue un pintor y grabador italiano 

Fue un pintor de paisajes, su estilo fluido basado en el claroscuro  es de hecho particularmente eficaz en hacer variaciones atmosféricas,  gracias a la influencia de Corot y Barbizonniers, además 
 de Constable y Turner. Sin embargo, esto no impide que el color se manifieste con una riqueza y una libertad felizmente asociadas con las novedades artísticas del tiempo, pero con un acento inconfundiblemente “lombardo”.

Sus pinturas también muestran una gran capacidad evocadora y, según algunos críticos, melancólicas y románticas : de hecho, Fontanesi observa y estudia la realidad natural para buscar un motivo más profundo y universal y para Los sentimientos del alma humana: por esta razón puede ser considerado el pintor romántico italiano más sensible y uno de los más íntimamente participantes en el movimiento romántico europeo, junto con G. Carnovali.

Probablemente es uno de los mayores pintores italianos de los años 1800, pero desde hace mucho tiempo es desconocido para el público en general y  los críticos, a excepción del interés de algunos grandes artistas como Carlo Carrà.

También era un buen diseñador. Sus grabados y litografías se caracterizan por la misma investigación de los valores atmosféricos perseguidos en la pintura, con efectos de luz sintéticos y esenciales.

Nacido en Reggio Emilia, tuvo una infancia pobre y desfavorecida, que marcó con una vena melancólica e idealista toda su obra pictórica.

En 1832 se inscribió en la Escuela de Bellas Artes de Reggio y fue inmediatamente bendecido por el Profesor Prospero Minghetti, quien lo empujó a especializarse en el género escénico y decorativo y en la pintura mural.

En 1847 se trasladó a Turín para participar en la Primera Guerra de Independencia, luchando en los voluntarios lombardos de Garibaldi, pero la crudeza de la guerra lo obligó a exiliarse  primero en Lugano y luego, desde 1850 en Ginebra, donde se estableció hasta 1865 En este período, se puso en contacto con algunos pintores suizos, entre ellos Auguste Ravier, Alexandre Calame y Charles-François Daubigny, que empezaron a dedicarse a la pintura de paisajes y a abrirse al arte europeo. París (1855 y 1861), donde conoció a Corot y pintores naturalistas en la Escuela Barbizon y en Londres (1865), donde pudo admirar las obras de Turner, Constable y Gainsbourough.

En 1848, se unió a un grupo de voluntarios garibaldianos, que fueron a Milán para luchar con la Legión Manara, contra los austriacos. En 1859, volvió a unirse brevemente a las fuerzas armadas de Cavour en Bolonia.

En 1850, se trasladó a Ginebra, donde permaneció hasta 1865. Su principal área de interés fue la pintura de paisajes, que amplió después de visitar la Exposition Universelle de 1855 en París. En 1863, intentó instalarse en Londres, pero encontró poco trabajo. Completó una serie de acuarelas de pinturas en la Galería Nacional. Regresó a Florencia, donde se quedó con el pintor Cristiano Banti.

De esos viajes Fontanesi encontró confirmación de su interés por el paisaje:  introduciéndose en paisajes melancólicos, sentidos como una expresión del alma, según los principios del Romanticismo.

En 1861 estuvo en Florencia para asistir a la primera exposición nacional italiana y allí conoció a los macchiaioli, pero no fue influido.

En 1868 fue invitado a enseñar en la Academia de Bellas Artes de Lucca, y en 1869 obtuvo la silla de paisaje en la Real Academia Albertina de Turín.

En 1876 se fundó la  Escuela Técnica de Bellas Artes (Kobu Bijutsu Gakko),una escuela de arte de pintura y escultura, en Tokio bajo la supervisión del Ministerio de Industria. Esta fue la primera escuela de arte gubernamental fundada en Japón.

Por recomendación del ministro italiano,Conte Alessandro Fe, el gobierno Meiji contrató tres artistas italianos como consejeros extranjeros: Vicenzo Ragusa   para escultura; Antonio Fontanesi para dibujo y  Giovanni Cappelletti  para el curso preparatorio. 

Fontanesi Introdujo las técnicas de carboncillo y pintura al óleo a su alumnado japonés, que incluyó a Asai Chü y Yamamoto Hosui. También enseñó conceptos occidentales de perspectiva, anatomía y dibujo . Su carrera en Japón estuvo cortada de tajo por una enfermedad seria, que le forzó para regresar a Italia en 1878.

En 1878 volvió a su antiguo puesto  en Turín: en este momento pintó las últimas pinturas, fantásticas visiones de indefinidas plazas naturales

Después de intentar establecerse en Francia, permaneció en Turín hasta su muerte el 17 de abril de 1882.


domingo, 29 de noviembre de 2020

Martin Johnson Heade




Lumberville, 1819-Saint Augustine, 1904

El pintor norteamericano Martin Johnson Heade fue en sus comienzos retratista y se dedicó tardíamente a la pintura de paisaje. Durante sus años de formación viajó por Europa durante tres años. Este primer Grand Tour marcó el inicio de una vida ambulante que mantendría durante toda su existencia. Entre 1840 y 1859 vivió en Filadelfia, Nueva York, San Luis, Chicago, Trenton y Providence.
El segundo viaje a Europa, al final de la década de 1840, motivó un cambio en su estilo, que derivó hacia una pintura de género más sofisticada. Hacia 1859 se instaló en Nueva York; allí contactó con algunos paisajistas como Frederic E. Church, que sería su gran amigo de por vida, y comenzó a pintar paisajes. A pesar de que expuso en varias ocasiones en la National Academy of Design, nunca llegó a ser miembro, y tampoco participó de forma especial en el mundo artístico neoyorquino.
Su estilo maduro, de gran precisión y luminosidad e influido por la obra de Fitz Henry Lane, a quien posiblemente conoció, fue bautizado posteriormente como luminismo. Los numerosos paisajes de la calma y esplendor de la atmósfera de las marismas son las composiciones que más fama le han proporcionado. A Heade, estos campos pantanosos le brindaban la oportunidad de plasmar los cambios climáticos y lumínicos.
Animado quizás por su amigo Church, entre 1860 y 1870 Heade viajó en tres ocasiones a América Central y del Sur (Brasil, Colombia, Panamá y Jamaica). En estos viajes, además de paisajes, pintó flores y pájaros exóticos. De la combinación de estos motivos, salieron sus originales naturalezas muertas de orquídeas y colibríes sobre fondos de paisajes tropicales que han sido reconocidas como la parte más original de su obra.
En 1883, con sesenta y cuatro años, se casó y se trasladó a Saint Augustine, en Florida, donde siguió pintando las flores tropicales del lugar. Allí moriría años después completamente olvidado por el mundo artístico.




sábado, 28 de noviembre de 2020

Lorenzo Delleani




 Pollone, 1840 – Turín 1908) fue un pintor italiano.

Estudió en la Academia Albertina de Turín, alumno de Cesare Gamba e Carlo Arienti. Al principio, se dedicó a la pintura de historia recibiendo múltiples reconocimientos oficiales. En1874 expone en el Salón de París.
 Hacia fines de la década de los 70 se percibe un cambio progresivo de sus capacidades expresivas y su repertorio temático, hacia una renovada atención al estudio del verdadero paisaje. Con el inicio de los ochenta se dedica exclusivamente a la pintura en plein air, utilizando pinceladas densas que capturan la luz, adoptando como tema preferido paisajes piamonteses mostrados a través de los cambios de luz y de las estaciones.

En 1899 participa en Tercera Exposición Internacional de Arte de Venecia.

Su participación en la Bienal de Venecia en el año 1905 con alrededor de cuarenta obras y su partecipación en la Exposición Internazionale de Arte de Mónaco, en el mismo año, marcaron el éxito internacional del artista.

En Turín se ha nombrado una calle en su honor. El mismo reconocimiento ha recibido de las ciudades de Biella, NovaraChieriSantena y Milán.

Entre sus obras, se encuentran numerosos paisajes de montaña, caracterizados por colores brillantes y por una pincelada da colori brillanti e da una pennellata pastosa y rápida. Particularmente apreciadas por los coleccionistas son las obras del periodo entre 1883-1889. A Delleani no le gustaba pintar la ciudad sino paisajes naturales, sobre todo de la zona de Biella. Sus lugares preferidos fueron Turín, donde pasó muchos inviernos, Biella, Pollone y el castillo de Miradolo, casa del conde Cacherano di Bricherasio y en particular de la condesa Sofía, su alumna predilecta.

En el centenario de su muerte, se han establecido, al mismo tiempo y de manera coordinada, tres importantes muestras de su obra: "Delleani ed il suo tempo" en el Palacio Bricherasio en Turín, "Delleani ed il cenacolo di Sofia di Bricherasio" en el Castello de Miradolo en San Secondo di Pinerolo y "Delleani la vita e le opere" en el Museo del Territorio Biellese en Biella.




viernes, 27 de noviembre de 2020

Johann M. Culverhouse




 Nacido en Rotterdam el 29 de agosto de 1820. Se hizo un nombre como "pintor a la luz de las velas", especializado en escenas nocturnas iluminadas por la luz de la luna o de las velas en la tradición de la pintura holandesa del siglo XVII. En la misma tradición, también pintó temas de género, incluidas tabernas ruidosas, mercados concurridos y calles bulliciosas.

A veces se dice que  estudió en la Academia de Dusseldorf, pero esto es poco probable, ya que su nombre no aparece en sus listas. Vivió y trabajó en Rotterdam hasta 1845 y en La Haya en 1846. Expuso en Groningen en 1845 y en Rotterdam en 1846 antes de llegar a los Estados Unidos. Se desconoce el año de su llegada. Principalmente los registros de exposiciones y su trabajo documentan la vida de Culverhouse en Estados Unidos.
Expuso en la Academia Estadounidense de Bellas Artes en 1849, en el Boston Athenaeum y la New Jersey Art-Union en 1851, y la Academia Nacional de Diseño y la Academia de Bellas Artes de Pensilvania en 1852. La American Art-Union en Nueva York adquirió y exhibió siete de sus pinturas en 1849 y las distribuyó a sus suscriptores. 
Se cree que regresó a Europa a finales de la década de 1850. Expuso en los Salones de París de 1857, 1859, 1861, 1863 y 1864, dando un discurso en París. Expuso en Amberes en 1861 y en Ámsterdam al año siguiente.

A mediados de la década de 1860, Culverhouse estaba de regreso en Estados Unidos. Expuso en la Academia Nacional de Diseño en 1865 y 1866, dando un discurso en Nueva York, y en la Academia de Bellas Artes de Pensilvania en 1867. En diciembre de 1871 se había establecido en Syracuse, Nueva York. Notas de diversas fuentes en la colección de la Asociación Histórica de Onondaga proporcionan un breve registro de su estancia allí. El Syracuse Journal del 12 de diciembre de 1871 informó que abrió un estudio, galería de arte y tienda de marcos  en 47 Genesee Street. El edificio se muestra en la pintura de Culverhouse de Siracusa a la luz de la luna, ahora titulada "Clinton Square - 1871" (Asociación Histórica de Onondaga, Siracusa).

Según el directorio de la ciudad de 1872, Culverhouse se alojaba en el hotel St. Charles.
Varias de las pinturas de Culverhouse se mostraron en la exposición de otoño de la Asociación de Arte de Brooklyn en 1877 y una en la primavera del año siguiente. Aunque se dice que murió alrededor de 1889, se desconoce la fecha y el lugar de su muerte  exactamente.
A juzgar por su historial de exposiciones esporádicas, Culverhouse llevó una vida itinerante. Quizás, como se ha sugerido, regresó a Europa varias veces. Aunque trató de adaptarse al mercado estadounidense pintando escenas locales, siguió siendo un firme adherente a las tradiciones holandesas. Su elección de temas y el estilo de sus pinturas conocidas reflejan este trasfondo europeo.