Giorgione

Castelfranco Veneto 1477- Venecia 1510)

Su nombre completo era Giorgio Da Castelfranco. Pintor veneciano y discípulo de Giovanni Bellini, su breve carrera fue decisiva para la escuela veneciana, desarrollando la pintura tonal y el lumunimismo, y poniendo las bases del paisajismo moderno.

En una de sus primeras obras, la Pala Castelfranco (1504-1505), cuya disposición, en dos zonas, destaca a la Virgen sobre un paisaje de claras tonalidades, logra la unidad del cuadro mediante el juego de la luz oblicua sobre los rostros, los ropajes y la coraza de San Liberal.

Con La tempestad (Academia, Venecia), escena enigmática en un paisaje de ruinas y bosquetes, Giorgione alcanza la cima de su arte y la maestría de los efectos luminosos más fugaces, sorprendiendo en ella la brusca decoloración del paisaje y de los objetos bajo la cárdena luz del relámpago. En 1508 pintó, con la colaboración de Ticiano, los frescos para el Fondaco dei Tedeschi, de los cuales sólo se conserva, muy maltrecho, un desnudo femenino (Academia, Venecia). Hay en estos frescos cierto esoterismo, que se manifiesta también en Los tres filósofos (Viena), pintados hacia la misma época.

La crítica se encuentra actualmente dividida con respecto a la atribución de una serie de obras importantes, tales como El concierto campestre, la Venus dormida, El concierto…Para ciertos especialistas, estas pinturas señalan el punto de plena de madurez de la evolución de Giorgione, mientras otros sostienen que corresponden a Ticiano joven. Ambas tesis implican una diferente valoración del papel que desempeñaron ambos pintores en la orientación de la pintura veneciana. Entre las obras que la crítica está de acuerdo en atribuir a Giorgione recordaremos: Judit, Virgen con el niño, Laura, Retrato de hombre, Adoración de los pastores, La prueba de Moisés…