miércoles, 25 de junio de 2008
Ukiyo-e. Imágenes de un mundo efímero.
Una de las principales ventajas de las modas en el terreno artístico es que propician una abundancia de exposiciones y ciclos que, en muchas ocasiones, acercan al público manifestaciones que pocas veces se tienen la oportunidad de ver. En esta ocasión, hay que agradecer a la Bibliothèque Nationale de France (BNF) y a la Fundación Caixa Catalunya la oportunidad de disfrutar de uno de los testimonios más interesantes de la cultura surgida en Japón durante el Periodo Edo (s.XVII al XIX): los Ukiyo-e.
“Pinturas del mundo flotante”
Frente al mundo sagrado e intangible del budismo, la realidad Ukiyo-e es terrenal y sensualista. Y, principalmente, popular. Empezando por el propio procedimiento técnico, la xilografía; un medio que propiciaba la difusión de las imágenes donde se recogían a los principales protagonistas de los intereses lúdicos de la burguesía, muchas veces en un tono casi costumbrista que mostraba a los personajes en actividades cotidianas (como las muy conocidas bellezas de Utamaro). Actores de teatro kabuki, famosas cortesanas de los llamados barrios de placer, luchadores de sumo, personajes de gestas históricas japonesas… eran los representados en esta clase de estampas, que permitían a la gente tener en papel a sus favoritos, cuya popularidad se podría asemejar en muchos casos a la de las actuales estrellas de cine. Las estampas de contenido erótico, de carácter muy explícito y clandestino (aunque las autoridades eran permisivas con s existencia), y paródico son también habituales en estos momentos.
Hokusai y el Monte Fuji
En el s.XIX, debido a la censura instaurada, los Ukiyo-e comienzan a experimentar una caída, curiosamente a la par que son descubiertos por algunos artistas occidentales en cuya obra la influencia de esta manifestación japonesa resultará determinante. Resultado de este ambiente es el surgimiento de la estampa de paisaje, como protagonista absoluto y no como decorado de una acción. Famosos en esta tendencia serán Hokusai, quien representará de múltiples formas uno de los principales símbolos de la isla, el Monte Fuji, y Hiroshige, quien dará al arte japonés maravillosas y delicadas ilustraciones de carácter vegetal.
Más información: Obra social Caixa Catalunya
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