martes, 3 de junio de 2008
Exposiciones Pompeya y Herculano. A la sombra del Vesubio.
Joyas, ánforas de metal repujado, e incluso una calefacción, forman parte del tesoro de una civilización hedónica que, durante siglos, durmió custodiado bajo una capa de ceniza y lava. En la actualidad puede contemplarse, gracias a la colaboración de instituciones españolas e italianas, en la Sala de exposiciones Caja Duero de Salamanca ( Castilla y León, España ) en la muestra "Pompeya y Herculano. A la sombra del Vesubio", abierta hasta el 29 de junio de 2008.
Pompeya, 79 d. C.
Son las ocho de la tarde del 24 de agosto del año 79 d. C. y el Vesubio, después de una actividad ininterrumpida iniciada en las primeras horas del día, erupciona de nuevo condenando a la muerte a los habitantes de Herculano que aún permanecían en la ciudad. La actividad volcánica continuará hasta el anochecer del día 25 de agosto, arrasando una vasta zona de la Campania romana y numerosas localidades, Pompeya entre ellas. Ambas ciudades no serán rescatadas de su tumba de cenizas hasta diecisiete siglos después de la erupción del volcán más famoso de la historia, legándonos con su fosilización la posibilidad de conocer y trasladarnos a una parte del pasado.
Viaje en el tiempo
Ochenta y siete piezas procedentes del Museo Arqueológico de Nápoles, acompañadas de una serie de pinturas y acuarelas del s.XIX prestadas para la ocasión por el Museo Capodimonte de Nápoles, son el principal testigo de unas ciudades dedicadas a la dispersión y el entretenimiento. Una selección de piezas, de un refinamiento sorprendente en una exposición de carácter arqueológico, que nos permiten imaginar por un instante el modo de vida de los habitantes de Pompeya y Herculano, presentes en la muestra a través de los moldes aportados por la Sopraintendenza de Pompeya.
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