martes, 17 de junio de 2008

cirugia


Cirugía


Una mujer le dice a su cirujano plástico que quería reducir sus labios vaginales en tamaño, porque estaban muy sueltos y flameantes.
Para evitar el bochorno insistió que la operación se mantuviera en el más absoluto secreto con total acuerdodel cirujano.
Al despertar de la anestesia, encuentra 3 rosas cuidadosamente colocadas junto a su cama.
Fuera de sí, inmediatamente llama al doctor. 'No habíamos quedado en que nadie iba a saber de mi operación???'
El cirujano le contesta que por supuesto había cumplido con la palabra empeñada y que la primera rosa era de parte de él ya que le daba mucha pena que haya pasado por todo esto sola y sin el apoyo de nadie.

La segunda rosa, le aclara, es de mi enfermera.

Me asistió en la cirugía y se identificó porque ella pasó por el mismo procedimiento hace algún tiempo atrás.
'¿Y qué hay de la tercera rosa?' -pregunta ella.
El cirujano le responde que esa se la enviaba un paciente de la unidad de quemados en señal de agradecimiento por sus nuevas orejas.

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