martes, 10 de junio de 2008

¿Sabías que "El Ángelus" de Millet esconde la representación de un entierro?

La primera vez que Dalí vio esta obra le produjo una extraña sensación de desasosiego que ya no le abandonaría, llegando a obsesionarle con el tiempo el cuadro. La escena es sencilla: dos campesinos rezando -a nuestro parecer e influidos por el título- el Ángelus, tras una jornada de trabajo. Entre ambos un objeto que no tiene mayor importancia, una cesta con patatas, pero que, bajo su apariencia inocente, esconde una realidad mucho más dura: el ataúd de un niño




Una vez expuesta la realidad de la escena, ya no es posible volver a contemplar El Ángelus de Millet con los mismos ojos. De repente, todo encaja: la postura de los campesinos, la soledad del escenario, la sensación de reverencia que emana del cuadro… Una percepción que ya tuvo en su momento Dalí; loco o visionario, lo cierto es que advirtió la verdadera naturaleza de un cuadro que reveló su secreto gracias al surrealista.


Un descubrimiento sorprendente

El Ángelus de Millet es una obra que acompañará durante años a Dalí: en un principio como elemento decorativo en su casa materna, más tarde, y una vez analizado en profundidad, como punto de partida que le permitirá representar en sus obras alguna de sus grandes obsesiones. Su interés por el cuadro, que encerraba una verdad que sólo él percibía, era tal que escribió un libro, El mito trágico del Ángelus de Millet ( perdido durante treinta años ), y llegó a solicitar al museo del Louvre su análisis con rayos X, petición a la que la institución accedió, descubriéndose bajo la capa de pintura que reproduce la cesta ya mencionada una masa oscura con forma geométrica.

Una obra “burguesa”

Al parecer, Millet habría ocultado el objeto de su primera representación pensando que no sería bien acogido por la burguesía parisina, cuyos gustos en pintura se alejaban del tono melodramático, motivo por el cual transformó el entierro del hijo de la pareja de campesinos en algo mucho más tranquilizador y bucólico para un hogar familiar: un momento de oración.

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