sábado, 21 de junio de 2008
Pompeo Batoni
Pintor italiano que obtuvo fama en toda Europa por sus retratos de corte clásico. Nació en Lucca el 25 de enero de 1708 y era hijo de un orfebre. En 1727 se trasladó a Roma, donde al principio se ganó la vida dibujando estatuas antiguas. Pronto comenzó a recibir encargos importantes para realizar pinturas históricas, frecuentemente de temas religiosos. En 1755 finalizó La caída de Simón el Mago para la basílica de San Pedro de Roma, pero la obra fue rechazada y trasladada poco después a la iglesia de Santa Maria degli Angeli, donde se conserva. Desilusionado, Batoni comenzó a realizar retratos, especialmente de viajeros británicos que visitaban Roma, género en el que consiguió un éxito espectacular. Murió en Roma el 4 de febrero de 1787. Sus primeras pinturas históricas ponen de manifiesto una variedad de influencias: a la vez que emulaba a pintores de la primera mitad del siglo XVII, como Guido Reni y Domenichino, también se inspiraba en el rico colorido de artistas como Federico Barocci y Benedetto Luti. La influencia más importante en su obra fue, sin embargo, la de Rafael, pintor al que admiraba por la elegancia expresiva de sus figuras y por la armonía y el clasicismo de sus composiciones, cualidades que son particularmente evidentes en sus retratos. Realizados al estilo clásico, los retratos de Batoni presentan por lo general al modelo con un fondo de esculturas antiguas, como en su Retrato de un caballero (c. 1758, National Gallery, Londres). También ponen de relieve el notable dominio de la técnica del dibujo que caracteriza toda la producción artística de Batoni. Su maestría como retratista y conocedor del estilo clásico ejerció una enorme influencia en otros artistas, particularmente en los primeros neoclásicos como Anton Raphael Mengs
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