Giovan Battista Salvi, Il Sassoferrato (1609-c.1685)
La fama alcanzada por Il Sassoferrato en el arte del siglo XVII, se estructura casi totalmente alrededor de sus pinturas de la Virgen, echas con gran sencillez de colores y composiciòn y ademàs casi enteramente sin paisajes de fondo, o referencia a formas barrocas o clàsicas. Su genio se encuentra en la visiòn de la Virgen, de gran belleza y devociòn, por separarse claramente, de todos los estilos artìsticos contemporàneos. Esta misma cara de la Virgen aparece con pequeñas varaciones en la mayorìa de sus minusculas producciones y siendo imitada y re-imitada por generaciones sucesivas de pintores.
Giovanni Battista Salvi naciò en Sassoferrato en el 1609. Su padre era un pintor local llamado Carpinio (los restos de uno de sus frescos se pueden aùn ver en el Monasterio de San Francisco de la ciudad). Es probable que Giovanni Battista haya recibido su primera formaciòn en el taller del padre. No hay documentos sobre su estancia en este lugar, sin embargo parece que dejò la regiòn Marche hacia Roma, aùn joven.
Las primeras pruebas de su presencia en Roma, se remiten al 1641, cuando realizò una pintura para la iglesia de San Francesco di Paola. El año siguiente, la Princesa Pamphili di Rossano le encargò de pintar una de sus pinturas màs conocidas, Nuestra Señora del Rosario, para la iglesia de Santa Sabina.
En el perìodo de su boda, en 1648, vivò en la parroquia Romana de San Salvatore ai Monti, el barrio de los artistas. Durante los treinta años posteriores, no hay documentaciòn sobre su estancia y ninguna de sus pinturas tiene fecha o firma.
En 1683, el Cardenal Chigi presentò el autorretrato de Il Sassoferrato, que el autor habìa pintado cuando era màs joven, para Cosimo III dei Medici. El autorretrato es ahora conservado en la Galleria degli Uffizi en Florencia.
Su testamento data del 29 Junio 1685; èl; muriò poco màs tarde, dejando seis hijos.
A pesar de que se conoce tan poco de su formaciòn artìstica, el influjo de los pintores de la escuela de Bolonia, como Domenichino, Guido Reni y Guercino, se puede reconocer en su producciòn. Sin embargo, su primitivismo y su calidad artìstica precedente al estilo de Rafael, lo diferencian de sus contemporàneos. Su "Virgen con el Niño durmiente" se puede admirar en la Galleria Nazionale delle Marche en Urbino.
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