miércoles, 20 de mayo de 2009
KIKI SMITH
Kiki Smith
De cara a una era dominada por la apropiación de la invención e innovación, ¿Cómo ha sido la trayectoria de Kiki Smith? Su trabajo es el epítome de la innovación, invención y una muy personal visión. Mientras muchos artistas, especialmente los escultores e instaladores fueron fieles seguidores de una “generación floja”, Kiki (52), perteneció a un movimiento que podemos denominar la temida letra “C” del mundo del arte. En una miríada de materiales tales como vidrio, fibras y textiles (algunos de ellos asociados a artesanos y amateurs), elabora un entretejido vocabulario de degradado, rebajado y desdeñado –e hizo lo que quería- insertando un estilo personal y dejando un sello en todo, aún para los públicos mas sofisticados del medio artístico.
Siendo niña, Kiki y sus hermanas gemelas aún brincando al lado de su padre, un escultor minimalista Tony Smith, elaboró pequeños objetos en cartulina de sus más grandes esculturas. También ha experimentado en la producción en masa de pequeños elementos en cartulina que formando módulos le permiten crear piezas más complicadas. Este intento por asumir su tendencia a mantener las manos ocupadas con actividades repetitivas, ha derivado en un concepto ya complejo y elaborado en su madurez. Ella realmente se conecta, en mi opinión, con la mujer que bordaba, tejía, todas ellas actividades pequeñas pero que se unen que elaborar grandes piezas y esto es precisamente el interés que comparto con ella. Hace poco tuve el privilegio de exponer junto con ella en el SFMOMA, lo cual me permitió ver muy de cerca su obra en un solo sitio, siempre diversa, lo cual la hace mágica, caprichosa, sexy, divertida, hipnótica y escatológica. Su trabajo me nutre y me beneficia por la asociación que encuentro con ella. Y me permite mantenerme cercano a una gran artista.
Por Chuck Close
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