miércoles, 10 de febrero de 2010
Una historia de dioses: del color al B/N
Los Colosos saludan al visitante envueltos en una sinfonía de chillones colores y las faraónicas Pirámides de Gizeh dejan constancia de su importancia a base de reflejos luminosos; mientras, en Grecia, héroes y demás fauna estatuaria ofrecen su mejor imagen en una rica paleta de rojos, azules, dorados y verdes. Esta policromía, característica en el arte de toda la Antigüedad, se perderá con el paso de los siglos, confundiendo a renacentistas y barrocos que, convencidos de que el arte clásico era puro en formas y colores, trasmitirán una idea en blanco y negro a la posteridad. Pero los dioses tenían color; una realidad que, estos días, el Museo Arqueológico Regional de Madrid ( España ) trata de recordar por medio de una recomendable exposición más que entretenida.
Griegos, romanos, egipcios, aztecas, fenicios, todos ellos poseían una tradición plástica basada no sólo en la forma sino también en el color, respondiendo éste las más de las veces a una paleta tan fuerte que hoy día incluso parecería estridente. La idea romántica del renacimiento del arte clásico asumió sin embargo como válida la propuesta de un arte limpio, marmóreo e inmaculado, donde la pureza del material y la línea era primordial. Pero en la Antigüedad el arte respondía a una finalidad propagandística y conmemorativa, un contexto en el que la policromía se insertaba como fundamento expresivo y estético de valor y fuerza, dotando a edificios y esculturas -tal y como sucedía con la pintura o mosaicos- de unas tonalidades tremendamente vivas.
Los hallazgos de restos de policromía de estos periodos dieron finalmente la clave de la verdadera imagen a la que el arte de dichas civilizaciones debía responder, un hecho que no es muy conocido sin embargo entre el gran público, perpetuándose de esta manera la idea errónea de un arte sin color ni revestimiento mantenida durante siglos. Un arte que, a la vista de este dato, cambia tangencialmente de naturaleza en el imaginario colectivo, pasando a engendrar rígidas Ateneas doradas, inmensas pirámides de mármol, sobrios templos griegos en rojos y azules, o, un poco más cerca, humanizadas damas íberas en ricos colores. Una nueva forma de ver todo un histórico de obras cuyo especial "encanto" se decidió que recayera en la desnudez, hasta tal punto que posteriores réplicas, inclusive las actuales, han mantenido el mismo patrón.
El Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid presenta alrededor de 40 reproducciones de obras clásicas que vienen a corregir esta concepción histórica errónea: todas ellas se presentan con su policromía original, aquélla que los diversos estudios científicos realizados al respecto han establecido. Todas ellas han sido realizadas por un equipo multidisciplinar dirigido por el Profesor Vinzenz Brinkmann, profesor de la Universidades de Frankfurt y Bochum y Director de la Stiftung Archäologie, promotora de la muestra, y suponen una auténtica revelación por el propio asombro que provocarán en más de un visitante.
Más información: Comunidad de Madrid
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