jueves, 25 de febrero de 2010
CECILIO PLA
Cecilio Pla nació en Valencia en 1859 y murió en Madrid en 1934, siendo uno de los mejores representantes de la escuela valenciana. En los años del tránsito del siglo XIX al XX esta escuela, que se encontraba en un momento de gran fecundidad, estaba incomunicada de todo movimiento cultural progresista, de ahí que los autores valencianos miraran hacia su propia tierra y pintaran lo que les rodeaba.
La obra de este pintor se caracteriza por un gran diversidad tanto en temas como en ámbitos de expresión que justifican su trascendencia y su permanencia en la Historia del Arte como maestro de una época. Utilizó par pintar todo tipo de soportes, (papel, cartulina, cartón, lienzo), de técnicas (óleo, gouache, acuarela, carboncillo, lápiz) y de temas (retratos femeninos, masculinos e infantiles, escenas costumbristas o populares, paisajes urbanos y rurales, interiores con luz natural y artificial y escenas en la playa).
Vivió y creó en dos siglos diferentes, influido por untado, por la luz mediterránea y por otro, por lo cotidiano de la época, el ambiente, su gente, esa nueva burguesía de principios de siglo.
Aparte del amor por la pintura, Cecilio Pla, también impartió clases tanto con alumnos particulares como en la escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, donde a la muerte de Emilio Sala ocupó la cátedra de Estética y Color y Procedimientos Pictóricos, que ejercería hasta su jubilación en 1931. Su dedicación a la docencia es tan importante que la cuantía de su producción pictórica, en los años que marcan la plenitud de su madurez, queda espectacularmente reducida.
El artista valenciano creó una tendencia en la pintura que ha sido seguida por un buen número de autores hasta mediados del siglo XX. Fue autor de una Cartilla de arte pictórico (1914), Catedrático de la Escuela de bellas Artes de San Fernando, y maestro de grandes artistas de diferentes estilos, como Losé López Mezquita, Pancho Cossio, Juan Gris, Gabriel Morcillo…..
Todo en sus obras se ve envuelto por el detalle, que se pierde en cierto modo cuando se traslada a grandes formatos, dentro de un atmósfera donde el silencio es envolvente tanto si los personajes están en frente o en pequeños grupos, vueltos de espaldas.
Es fundamental resaltar su faceta de ilustrador gráfico. Colaborando con varias revistas. Su etapa más fecunda como ilustrador, desde 1893 hasta el 11910, coincide con los años en que se consolida como pintor y la evolución de la técnica empleada en la ilustración es paralela a la que se produce en su obra de caballete, en la que parte del realismo para llegar al naturalismo. Utiliza una línea de dibujo muy precisa, aunque en los últimos años se aprecia la evolución del autor hacia trazos menos definidos y rasgos más amplios y desdibujados.
La evolución de la línea, del color y de la luz son paralelas a la de los temas. En un primer momento, el carboncillo define las obras, para dar paso al color mediante el gouache, componiendo las estampas tan vivas que caracterizan el conjunto de su obra.
ref.bienaldearte
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