domingo, 13 de junio de 2010

Giovanni Francesco Barbieri









Giovanni Francesco Barbieri (8 de febrero de 1591 — 9 de diciembre de 1666), más conocido con el apodo Guercino o Il Guercino, fue un pintor barroco italiano nacido en la región de Emilia, aunque vivió y pintó también en Roma y Bolonia. Representa el periodo de transición del clasicismo romano-boloñés al barroco pleno. «Guercino» significa «bizco» en italiano. Tenía este apodo porque padecía de estrabismo.


Guercino nació en Cento, un pueblo entre Bolonia y Ferrara. A la edad de 17 años se asoció con Benedetto Gennari "el Viejo", un pintor de la escuela de Bolonia. En 1615 se trasladó a Bolonia, donde sus obras se ganaron los elogios de Ludovico Carracci, ya anciano. Pintó dos grandes lienzos, Elías alimentado por cuervos y Sansón detenido por los filisteos, de un fuerte estilo caravaggista (aunque es poco probable que pudiera ver ningún Caravaggio). Estos óleos fueron pintados para el cardenal Serra, el legado papal en Ferrara.

Los pastores de Arcadia (Et in Arcadia ego) (Roma, Galleria Nazionale d'Arte Antica) fue pintado en 1618, a la vez que Marsias desollado por Apolo (Palazzo Pitti de Florencia). Como dijo a menudo, su estilo en estos años estaba fuertemente influido por los Carracci. Algunas de sus obras posteriores, en cambio, se asemejan más a las de su contemporáneo Guido Reni, quien llegó a acusarle de plagio. Están pintadas con más luminosidad y claridad, con figuras más dulzonas, lo que suscitaría críticas en siglos posteriores. En vida, Guercino fue muy famoso, e incluso Velázquez le visitó en su primer viaje a Italia (1629-31).



Guercino fue recomendado por el marqués Enzo Bentivoglio al papa Gregorio XV. Pasó dos años (1621-23) en Roma, donde pintaría muchas obras. De este periodo son: los frescos Aurora, en el Casino Ludovisi y el techo de la Basílica de San Crisógono (1622) sobre San Crisógono en la Gloria; su retrato del papa Gregorio (actualmente en el Getty Center) y la que está considerada su obra maestra, El enterramiento de Santa Petronila, para el Vaticano (actualmente en los Museos Capitolinos).

A partir de 1628 se produce un cambio estilístico en la obra del Guercino, que los expertos han dado en llamar segunda maniera. Ahora sus figuras tendrán un aspecto más imponente, cercano a los ideales de perfección física que en el siglo anterior había buscado la escuela romanista fundada por Rafael.

La orden franciscana de Reggio le pagó 300 ducados en 1655 por la obra San Lucas mostrando una pintura de la Virgen y su hijo (actualmente en el Museo Nelson-Atkins, en Kansas City). Los Corsini también le pagaron 300 ducados por la Flagelación de Cristo pintado en 1657.


Destaca en Guercino su extrema rapidez de ejecución; realizó nada menos que 106 grandes obras de altar para iglesias, y 144 pinturas de otros temas y formatos. En 1626 empezó sus frescos en el Duomo de Piacenza. Guercino continuó pintando y enseñando hasta su muerte en 1666. Para cuando falleció había amasado una fortuna considerable.


Su presencia en museos españoles es muy relevante. El Museo del Prado posee Susana y los viejos, San Agustín meditando sobre la Trinidad, Magdalena penitente, San Pedro liberado por un ángel (que sería grabado por Ramón Bayeu) y alguna otra pintura. Destacan también Lot y sus hijas (Monasterio del Escorial) y Cristo y la samaritana (Madrid, Museo Thyssen-Bornemisza).


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