miércoles, 14 de julio de 2010
Arte en falso
Falsas atribuciones, alteraciones posteriores o, directamente, pastiches fraudulentos, algunas de las obras que cuelgan de las paredes de los museos están sujetas a una duda más que razonable, cuya resolución depende, en muchos casos, de los departamentos de conservación. Ahora, la National Gallery ( Londres, Inglaterra ), en una iniciativa lúdica y reseñable, muestra los grandes "retos" de su colección en la exposición Close examination: Fakes, Mistakes and Discoveries: creaciones que, a lo largo del tiempo, se han revelado como incorrectas en su autoría, reformadas para adecuarse a nuevos gustos, partícipes de viejos enigmas o, sin más, engaños perpetrados con una maestría tal que ahora merecen exhibirse para el conocimiento general.
La National Gallery presenta una exposición, la primera de importancia relativa a este tema, que ha sido posible gracias a la colaboración de los conservadores e historiadores de la institución, así como a su departamento científico, hoy día líder mundial en el estudio de las técnicas y los materiales empleados en la pintura occidental europea. Un trabajo conjunto que se ejemplifica a través de una interesante propuesta: los descubrimientos y secretos que encierran muchas de las obras de arte de los museos, algunos de ellos ahora revelados en la institución londinense. Un total de cuarenta obras, entre las que se encuentran piezas de Rafael, Durero, Gossaert o Rembrandt, se presentan sobre el telón de fondo que suponen las historias generadas por los hallazgos llevados a cabo gracias a las modernas técnicas del departamento de conservación y restauración del museo. Un conjunto que se distribuye a lo largo de seis salas, donde se exponen algunas de las historias más fascinantes a las que la National Gallery se ha enfrentado y que se agrupan bajo los epígrafes: 'Engaño y falsedad', 'Transformaciones y modificaciones', 'Errores', 'Secretos e interrogantes' y 'Salvación y recuperación', además de un espacio dedicado en exclusiva a Botticelli y el episodio de la adquisición de dos de "sus" obras más admiradas, expuestas de forma conjunta para mostrar al público las calidades de un original y una pieza de errónea atribución.
Así, la exposición cuenta con casos tan curiosos como el de la pintura del renacimiento Mujer en la ventana, modificado en el s.XIX para adecuarse al gusto victoriano y que ahora, gracias a la serie de análisis realizados, muestra su cara original. Algo similar a lo que sucede con el Retrato de Alexander Mornauer, un ejemplo de corrección fraudulenta de la pintura: fue modificado a comienzos del s.XVIII con la intención de que su comprador creyera que adquiría una obra de Holbein, artista de más renombre y solicitado por los coleccionistas en la época que el verdadero autor del cuadro, hoy día un artista alemán desconocido. Y Hans Holbein es precisamente el protagonista de otro de los engaños que el museo presenta al descubierto: la adquisición de Hombre con calavera, obra atribuida al alemán que, a posteriori, los análisis han demostrado realizada tras la fecha de su muerte.
Un conjunto que se complementa con varias piezas de la colección que han planteado serios interrogantes respecto a su autoría y autenticidad (copias de época y falsificaciones modernas realizadas con una finalidad engañosa), algunas convertidas en punto de partida para llevar a cabo una explicación de la labor de los talleres en época gremial y la dificultad de la atribución exacta, frente a aquellas que han sido tomadas como ejemplo de facto de cómo esta misma circunstancia puede confundir incluso a los especialistas de un museo, tal y como sucedió con los cuadros Venus y Marte y Alegoría, ambos adquiridas por la galería con el convencimiento de que su autor era Sandro Botticelli, algo que más tarde se demostró incorrecto al descubrirse la mano de un discípulo del renacentista en la segunda. Todo ello sin olvidar quizá el apartado más "romántico" del encubrimiento y las correcciones artísticas: el descubrimiento por casualidad de una obra que se creía perdida tras siglos en paradero desconocido y que la ciencia recupera para el arte nuevamente.
Más infomación: National Gallery
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