Soledad Antón soledad.anton@lavoz.es
Fecha de publicación:
29/7/2010
Cuando el pasado 13 de julio Fernando Domingo Pérez presentó en sociedad (por cierto, con gran éxito de público) su peculiar proyecto tabernario lo dejó muy claro: «Que nadie espere un local de ocio al uso». Vino a decir que Detrás do Marco nacía como un lienzo en blanco en el que todo estaba por hacer. En ese lienzo tendría cabida casi todo, desde pintura a cocina y desde horticultura a cerámica.
Bien, pues el primer llamado a manchar el inmaculado recinto ha sido Pedro Pedrone. El artista de Salvador de Bahía no sólo desparramará sus cuadros por las paredes, sino que se pasará varias horas al día improvisando nuevas obras.
Salva-me Bahía, que es como ha bautizado la exposición, compartirá protagonismo durante los próximos tres días (29, 30 y 2 de agosto) con un taller al aire libre abierto a todos los públicos. Pedrone ha recibido de Fernando la encomienda de elegir el mejor de los trabajos, al que como premio se hará un hueco en la exposición.
Los que quieran participar en la experiencia no tienen más que levantar el teléfono (619 526 804 ó 647 089 393) y comunicarlo. Más que nada para que el organizador tenga una idea aproximada del material que va a necesitar.
En cuanto a la propuesta de Pedrone, resume lo más significativo de su trabajo. El artista, de la estupenda cosecha del 56, descubrió su vocación en la adolescencia. Cuando le llegó el momento de elegir entre la arquitectura y la pintura, no lo dudó. Ha recorrido medio mundo absorbiendo todo tipo de técnicas y estilos hasta llegar a la concusión de que lo suyo es el circulismo. Si sienten curiosidad por saber cómo trabaja, hoy puede ser un buen día. Y mañana y el lunes, también.
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