Roma acoge un "todo Caravaggio" con ocasión del IV centenario de la muerte del lombardo. Un programa que incluye exposiciones como la de la Scuderie del Quirinale ( Roma, Italia ), una magnífica muestra que ha reunido por primera vez las grandes obras del maestro repartidas por museos de todo el mundo. Aproximadamente la mitad de una producción que se complementa con las grandes obras que el genio milanés dejó en la ciudad que inmortalizó su fama.
Caravaggio es una de las grandes personalidades de la pintura del s.XVI, una leyenda cuya genialidad ha traspasado los anales de la pintura para alcanzar el ámbito de lo personal. Su vida, tremendamente agitada, repercutirá en una pintura llena de claros y sombras, de una gran lucidez y, en más de una ocasión, plagada de referencias, críticas e, incluso, algún mea culpa que otro.
Considerado el primer pintor de la modernidad, Caravaggio entrará en el Barroco a golpe de sincera brutalidad artística: sus prostitutas y sus desheredados, que encarnarán episodios sin ningún decoro, sinceros y grotescos, supondrán una provocación para muchos de sus coetáneos. Deseado y rechazado a partes iguales, su superioridad plástica será reconocida ya en la época, y su trabajo demandado por las cortes y jerarquías de diversas ciudades italianas, entre ellas Roma. Y será en la capital donde el lombardo despliegue toda su gloria, tras sus primeros encargos de juventud, ejecutando algunas de sus principales obras.
El que fuera "el pintor más famoso de Roma" es homenajeado ahora en las antiguas caballerizas del Palacio del Quirinale en una muestra que se inserta dentro de la conmemoración del IV centenario de su muerte. Prácticamente la mitad de la producción reconocida del maestro, dispersa por diferentes museos, ha sido reunida para la ocasión, ofreciendo la oportunidad de disfrutar de piezas como su conocido Baco, su Cupido triunfador o La cena de Emaús.
Más información: Scuderie del Quirinale
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