Andrés conduce el tranvía de la Malvarrosa. Ya no es aquel tranvía romántico de Manuel Vicent,ahora es un vehículo moderno y GRATUITO...
¿Grátis? Le pregunto
No, claro que no es gratis, me dice Andrés- pero las máquinas estuvieron averiadas durante algún tiempo y la gente se acostumbró a no pagar- Se rie- ¿Por que será que pronto nos acostumbramos a no pagar? Dice. Y continua... Yo veo por el espejo, el tranvía lleno de cabezas y de pronto entra un revisor y como si ocurriera un tsunami o algo parecido, veo las cabezas en la acera.
Bueno, es que eso de no tener las maquinas de picar al lado del conductor es muy tentador, le digo- Recuerdo que en Italia o en Bulgaria un billete me duraba para todos los días que permanecía en el país y no me ha quedado un remordimiento de SENTIRME UNA DELINCUENTE.
Ya, a mi que se las apañen, yo soy el conductor.
¿Y nos has controlado nueva clientela con esto del CABANYAL? Le pregunto.
Claro, viene gente de todas partes, dice- ya sabes que cuando hay movida siempre hay personas dispuestas a meterse en el follón. Muchos vecinos están de acuerdo con el proyecto del Cabanyal pero no están conformes con las indemnizaciones. ¿Sabes que les ofrecen seis millones de las antiguas pesetas, a donde van con eso? Yo creo que si les ofrecieran una alternativa clara se iban sin protestar porque el barrio lo han dejado degradar...yo no le veo solución
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