miércoles, 7 de abril de 2010
Arte salvado
Uno de los episodios más interesantes de la historia del arte español del s.XX es el salvamento de arte que se produjo durante la Guerra civil, por novelesco y arriesgado. Durante el gobierno de la República un grupo de intelectuales pondrá en marcha todo un complejo entramado destinado a salvaguardar el patrimonio histórico español, ubicado en puntos de ataque estratégicos como el Museo del Prado. De aquí surgirá el Comité Internacional para el Salvamento de los Tesoros de Arte Españoles y un exilio gracias al cual estas obras perviven. Una deuda que el Gobierno español ha saldado con la concesión el pasado 25 de enero de la Medalla de la Orden de las Artes y las Letras a todos los responsables, homenajeados al tiempo en una exposición que ahora recala en la Universitat de Vàlencia ( España ) tras su paso por la capital madrileña.
Con ocasión de la conmemoración del 70 aniversario del salvamento del patrimonio histórico español, la Sociedad Estatal de Comemoraciones Culturales (SECC) ha organizado una exposición que homenajea a los responsables de las diversas instituciones que posibilitaron el traslado y salvaguarda de las obras de arte.
Una muestra cuya itinerancia recupera el propio recorrido de los Tesoros de Arte Españoles, desde Madrid a Valencia, pasando por las distintas ciudades que actuaron como "huéspedes", en un ejercicio memorístico que se suma al reconomiento del gobierno.
Una diáspora artística cuyo final de recorrido será Ginebra, gracias a la ayuda internacional, y que permitirá la pervivencia del legado depositado en centros como el Museo del Prado, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, la Biblioteca Nacional o El Escorial, entre tantas otras colecciones procedentes de particulares
y museos diversos. Un total de 25 expediciones realizadas entre el año 1936 y el final de la guerra, que, gracias a la iniciativa del Gobierno de la II República - por medio de su brazo organizativo, la Junta Central del Tesoro Artístico- pusieron a salvo joyas del patrimonio como Las hilanderas, Las meninas, El jardín de las delicias, Saturno devorando a sus hijos, Las tres gracias, o las majas de Goya, entre tantas otras grandes obras que pudieron haberse perdido.
El viaje se realizó primero hasta Francia, en unas condiciones extremas que la exposición trata de ambientar: un éxodo plagado de inconvenientes y bombardeos que finalizará cuando los setenta y un camiones con las obras de arte pasen la aduana suiza el 12 de febrero, con destino al Palacio de las Naciones donde "descargarán" las obras que no volverán a Madrid hasta después del final de la contienda, en septiembre de 1939. Así, la muestra ahora presente en el claustro de la Universitat de València posee, en palabras del propio comisario, "un sentido narrativo y explica los avatares y peligros que sufrió el patrimonio artístico español durante la guerra civil y la labor de protección del gobierno de la República [...]".
Más información: Universitat de València
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