martes, 14 de septiembre de 2010

Andres Serrano


Neoyorkino nacido en 1950 de madre cubana y abandonado por su padre, creció en Brooklyn. La religión, la muerte, la violencia, el sexo, la exclusión social, la enfermedad y las diferencias entre ricos y pobres son los temas fundamentales en los que viene trabajando desde la década de los 80.

«ni en el arte ni el sexo deben existir más límites que la propia conciencia de cada persona. Para mí, el único límite es el legal. No quiero hacer nada que me lleve a la cárcel».

«Nunca he votado en mi vida. Tengo muchas dificultades para formar parte de lo establecido, y mantengo siempre una distancia con la política. Sí que creo tener una conciencia social, pero no me gusta decir que mi trabajo es político»

«algunas veces mi trabajo ha sido muy polémico, pero más bien por un accidente, no porque yo haya buscado la polémica, ni el escándalo. Yo he realizado mi trabajo de una forma muy natural. Si consideran escandalosas mis fotografías, qué dirían de los pensamientos que tengo en mi cabeza, esos sí que son escandalosos. Quiero escribir mis memorias, y cuando lo haga podrá verse que he hecho cosas más provocativas en mi vida que en mi arte».

«los artistas deberían procurar darle placer al público, pero un placer que al tiempo que entretiene también hace pensar. Creo que estaría bien que los artistas ayudásemos a que los cambios se vayan haciendo, a que los cambios se deseen»


«Algunas veces yo me pregunto: ¿para qué sirve el arte contemporáneo?», advierte, «porque muchas veces no entiendo el arte contemporáneo, no sé por qué existe, aunque estoy contento de que así sea porque los coleccionistas compran mi obras. También me pregunto ¿por qué? Yo soy coleccionista también, pero lo que a mí me interesa son cosas del siglo XVII, XVI...».



"no me canso de estar aprendiendo siempre cosas nuevas. Lo más importante que he descubierto en mi vida es que el tiempo se va muy rápido. Cuando uno es joven cree que el tiempo no se acaba, pero sí. Muy rápidamente».


"hoy los ciudadanos están más acomodados y, por supuesto, son menos rebeldes. Pero lo que más me llama la atención es que los jóvenes no lo sean, no sean rebeldes, porque en mi época eran los que más querían el cambio»


«Siempre he sido pesimista y optimista a partes iguales, pero ahora, a medida que me hago más viejo, lo que yo quiero hacer es descubrirme de nuevo, reinventarme. Eso requiere cierto optimismo»

2 comentarios:

Enric Batiste dijo...

Reinventarse en palabras repetidas
en ecos de fuctífera adicción
a aquellas cuestiones tan humanas,
delirios de belleza y juventud.

ines dijo...

uffffff estoy viendo "cortos y cortos", tengo la cabeza como un bombo