jueves, 1 de enero de 2009

JOSÉ MARÍA SERT I BADÍA




José María Sert i Badía nació el 21 de diciembre de 1874 en Barcelona en el seno de una acomodada familia dedicada a la industria textil. Se formó en contacto con los círculos modernistas y simbolistas de la capital catalana.
En 1899 se trasladó a París, ciudad en la que pasaría largos años decorando los salones de la aristocracia. Por mediación de su amigo Torras i Bages -obispo de Vic-, en 1990 recibe el encargo de decorar las paredes de esa catedral. En 1922, sus obras llegan por primera vez a América donde decora un salón palaciego de Buenos Aires. En 1924 hace una gran exposición en Nueva York y comienza a trabajar para clientes norteamericanos. En 1926, a excepción de las bóvedas y los lunetos, la catedral de Vic quedó recubierta con sus pinturas. En 1929 recibe el encargo de la decoración del madrileño Palacio de Liria y a fines de ese mismo año, el Ayuntamiento donostiarra le encomienda las pinturas de la iglesia de San Telmo. En 1930 se le encarga una decoración para el neoyorkino Rockefeller Center.
A fines del verano de 1932, J.M. Sert colocó en San Telmo los lienzos que cubren las paredes de la antigua iglesia. En 1936 pinta la Sala del Consejo de la Sociedad de Naciones de Ginebra. Durante la Guerra Civil fue incendiada la catedral de Vic destruyéndose los lienzos existentes. Al terminar la contienda en 1939, volvió a pintar la catedral. El 27 de noviembre de 1945 murió en su ciudad natal y fue enterrado en la catedral de Vic, a cuya inacabada decoración dedicó 45 años de su vida artística.

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