domingo, 8 de julio de 2012

 

 





 
Théodore Chassériau, (El Limón, Isla de Santo Domingo, actual República Dominicana, 20 de septiembre de 1819 - París, 8 de octubre de 1856) fue un pintor romántico francés, destacado por sus retratos, pintura de historia y religiosa, murales alegóricos e imágenes orientales inspiradas por sus viajes a Argelia.
 Chassériau nació en Samaná (hoy República Dominicana). Su padre era Bénoit Chassériau (1780-1844), un francés que desempeñaba un cargo administrativo en lo que entonces era una colonia francesa, y su madre era hija de un terrateniente criollo. La familia se trasladó a París en 1821, cuando él tenía tres años. El joven Chassériau mostró muy pronto una precoz habilidad a la hora de dibujar. Fue aceptado en el taller de Jean Auguste Dominique Ingres en 1830, a los once años de edad, convirtiéndose en uno de los alumnos favoritos del gran clasicista. Ingres rápidamente le consideró su discípulo más verdadero, declarando: «Vengan, caballeros, a ver a este niño que será el Napoleón de la pintura.»
 Después de que Ingres se marchase de París en 1834 para convertirse en el director de la Academia Francesa en Roma, Chassériau cayó bajo la influencia de Eugène Delacroix, cuya marca de colorismo pictórico era anatema para Ingres. El arte de Chassériau ha sido a menudo caracterizado como un intento de reconciliar el clasicismo de Ingres con el romanticismo de Delacroix. Ya a los 16 años creó su propio taller como retratista con influencias del realismo de los cuadros nórdicos, la pintura española y la técnica de su maestro Ingres.



Expuso por vez primera en el Salón de París en 1836, obteniendo una medalla de tercer puesto en la categoría de pintura de historia.3 En 1840 Chassériau viajó a Roma y se encontró con Ingres, cuya amargura ante la dirección que estaba tomando el trabajo de su estudiante llevó a una decisiva ruptura.
Entre las principales obras de su primera madurez se encuentran Susana y los viejos y Venus Anadyomene (ambas de 1839), Diana sorprendida por Acteón (1840), Andrómeda encadenada a la roca por las nereidas (1840), y La toilette de Ester (1841), revelando todas ellas un ideal muy personal de representación del desnudo femenino. Las principales obras religiosas de Chassériau de estos años, Cristo en el monte de los Olivos (un tema que trató en 1840 y de nuevo en 1844) y El descendimiento de la cruz (1842), recibieron críticas diversas; entre los defensores del artista estaba Théophile Gautier. Chassériau también ejecutó encargos de murales representando la vida de Santa María Egipcíaca en la iglesia de Saint-Merri en París; los acabó en 1843.

Entre los retratos de este período están el Retrato del reverendo padre Dominique Lacordaire, de la orden de los frailes predicadores (1840), y Las dos hermanas (1843), que representa a las hermanas de Chassériau: Adèle y Aline.
 

A lo largo de su vida fue un prolífico dibujante; sus muchos dibujos de retratos ejecutados con un lápiz de grafito muy afilado son de un estilo parecido a los de Ingres. También creó un cuerpo de 29 grabados, incluyendo un grupo de 18 aguafuertes con temas del Otelo de Shakespeare en 1844
 Como consecuencia de su intento de reconciliar el estilo de su maestro Ingres con el colorido de Delacroix, en su obra se pueden observar dos etapas diferenciadas. En esta primera etapa, hasta 1845, mostró la influencia de su maestro, idealizando las figuras. A partir de esa fecha, sin embargo, se abre una segunda etapa llena de influencias románticas y coloristas de Delacroix con un dibujo y composición plenamente clásicos.


En 1846, poco después de pintar la colosal Ali-Ben-Hamet, califa de Constantina y jefe de los haractas, seguido por su escolta, Chassériau hizo su primer viaje a Argelia. A partir de esbozos que hizo en este viaje y otros posteriores pintó temas como Jefes árabes visitando a sus vasallos y Mujeres judías en un balcón (ambas de 1849, actualmente en el Louvre). Un gran trabajo posterior, El tepidarium (1853, en el Museo de Orsay), representa a un gran número de mujeres secándose después del baño, en una ambientación arquitectónica inspirada por el viaje del artista en 1840 a Pompeya. Su obra más monumental fue su decoración de la gran escalera del Court des Comptes (Tribunal de Cuentas), encargo estatal de 1844 y completado en 1848. Su obra resultó severamente dañada en mayo de 1871 por un incendio durante la Comuna, y sólo pudieron recuperarse fragmentos; se conservan en el Louvre.
Después de un período de mala salud, exacerbada por su agotador trabajo en encargos murales para decorar las iglesias de Saint-Roch y Saint-Philippe-du-Roule, Chassériau murió a los 37 años de edad en París, el 8 de octubre de 1856.
Su obra tuvo un impacto significativo en el estilo de Puvis de Chavannes y Gustave Moreau, y — a través de la influencia de esos artistas — recuerdos en la obra de Paul Gauguin y Henri Matisse


 

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