Una vez más el artista callejero más afamado de la actualidad le ha echado un pulso al arte institucionalizado y, de nuevo, la suya ha sido entendida como una expresión merecedora del reconocimiento que otorgan los museos. Ahora, la provocación y la inspiración llegan al Museo de Bristol (Inglaterra) de la mano de uno de los graffiteros más considerados del momento en la muestra "Banksy versus Bristol Museum".
Así, la ciudad natal de Banksy, con la que el artista mantiene desde hace tiempo ya una relación de amor-odio, se ha convertido en espectadora privilegiada de una obra que por primera vez se muestra con las credenciales que otorga la aceptación de los gurús del arte académico. Y es que, en esta ocasión, como bien ha dicho el propio Banksy, "el dinero de los contribuyentes se ha empleado para mostrar sus creaciones, en lugar de para borrarlas".
Una obra en la que el humor, la controversia y la reivindicación son las notas a destacar en medio de una exposición única en el tiempo y en el espacio, que se ha llevado a cabo con un secretismo total y donde la implicación del artista ha sido completa. Durante las próximas semanas el Museo de Bristol, transmutada su usual apariencia, será el anfitrión no sólo de murales y graffitis ideados por Banksy sino también de sus peculiares montajes y las "reinterpretaciones" que el artista de la calle ha realizado de obras clásicas (haciendo "suya" con ironía la frase de Picasso "Los malos artistas imitan, los grandes artistas roban").
Más información: Bristol Museum
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