Esta muestra recoge, hasta el 14 de septiembre de 2008, más de 40 obras del joven artista Jean Michel Basquiat (1960-1988), procedentes de Barcelona, Alemania, Bélgica, Francia, Roma, Austria, Suiza y Estados Unidos. La Fundación Marcelino Botín (Santander, España) y la Fondazione Memmo de Roma han organizado esta exposición con el objetivo de acercar al público al mundo del graffiti y dar a conocer obras inéditas del autor.
Una intensa y corta vida
Jean-Michel Basquiat tuvo una vida corta pero asombrosamente intensa. Nació el 22 de diciembre de 1960 en Brooklyn (Nueva York). Con 16 años ingresó en un colegio para adolescentes con talento y fue entonces cuando comenzó a pintar con spray por los muros de Manhattan, usando dos firmas: SAMO © y una corona. En 1978 deja a su familia y se dedica a vender tarjetas postales y camisetas para ganar dinero. En este mismo año, Andy Warhol compra por primera vez una de sus postales y poco después, la revista The Village Voice dedica un artículo a la firma SAMO ©. Estos dos momentos claves, sucesivas exposiciones y la muestra New York, New Wave que protagonizó junto a Andy Warhol, Keith Haring hicieron consolidar su presencia en las galerías de arte más importantes en Europa y Estados Unidos. En 1985 llega a la cima de su fama gracias al periódico The New York Times que selecciona un retrato de Basquiat para ilustrar en portada un artículo titulado New Art, New Money: The Marketing of an American Artist. El éxito de ventas y crítica era excepcional, pero su salud comenzó a degradarse extraordinariamente a causa de las drogas. Finalmente, el 12 de agosto de 1988 murió de una sobredosis en su casa taller.
Su obra
La muestra reúne 43 obras de Basquiat entre las que se puede encontrar las diversas temáticas que trató el artista a lo largo de su vida: el carácter precario de la experiencia urbana (cuerpos esqueléticos, figuras negras...); temas de visión de la personalidad humana como algo fracturado y fragmentado; diferentes versiones de la imagen del cuerpo; imágenes de grandes músicos y deportistas... Sus pintadas y escritos siempre estuvieron repletos de carga poética y filosófica, pero sobre todo satírica. El pseudónimo SAMO (siglas de “same old shit”) con el que firmaba sus tags y graffitis, supone un signo de identidad de la obra artística de Basquiat.
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