lunes, 16 de junio de 2008

Jan Baegert





Pintura alemana y neerlandesa de los siglos XV y XVI

El Renacimiento germánico y neerlandés se caracterizó por un naturalismo que buscaba la fidelidad al modelo, deteniéndose en la representación del detalle, y siempre con el máximo realismo. La pintura religiosa y el retrato son las temáticas dominante, y ambas están teñidas de ese gusto nórdico por representar el entorno cotidiano.

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