lunes, 9 de agosto de 2010
GUIDO RENI EL JUGADOR
Guido Reni- 1575-1642.
...disfrutó de una condición de altísima nombradía. No había príncipe ni potentado, incluso de tierras extrajeras y distantes, que no desease obras de su mano. En cuanto supo estas ventajas, por consideración hacia su fama y la de su profesión, fijó el precio de cada una de sus figuras en cien escudos por una de cuerpo entero, cincuenta por una de medio cuerpo, y veinticinco por una cabeza
"pintais bien-pero tambien jugais", se cuenta que le dijo el Cardenal Bentivoglio, a lo cual respondió Reni: "El dinero no me importa nada, pues tengo una mina inagotable en mis pinceles". No obstante, llegó a ser dolorosamente evidente que incluso esta mina era inadecuada para sufragar las perdidas de Reni en el juego.
Según aumentaban sus deudas, subía el precio de sus obras, reduciendo su tamaño de modo que se le pagaba entre cuatrocientos y quinientos escudos por figuro. Esto no lo hacía movido por ansias de lucro, sino estimulado por un gran anhelo de gloria y fama, pues consideraba a la pintura digana de honor y reconocimiento por encima de todas las demás profesiones
Balinucci, en su biografía del pintor, parece ligeramente más escéptico cuando dice que Guido Reni "acostumbraba a defender con gran habilidad, e incluso quizá con cierta arrogancia, la reputación del arte y de los artistas". Pero él tampoco pone objeciones morales a los excesos de Reni, tan sólo manifiesta su pesar por el deterioro de su obra cuando- siguiendo al bien informado Malvasía- describe como el juego y los gastos desorbitados habían obligado al pintor a convertir su estudio en una verdadera fábrica de cuadros:
Para pagar sus deudas tuvo que pintar figuras de medio cuerpo y cabezas directamente en el lienzo (alla prima) y acabar sus obras más importantes con poco cuidado. Tambien se vio obligado a pedir dinero prestado, a un interes elevado, de cualquier tipo de persona, a suplicar a sus amigos por pequeñas cantidades y, por así decirlo, venderse a si mismo y a su libertad aceptando trabajos que se pagaban por horas.
Cuando Guido Reni llegó a una edad avanzada...su espíritu se vio abrumado por la preocupacion que le causaban las deudas, a la vez que su vida era fatigosa porque tenía que matarse a trabajar para hacer frente a las necesidades de la vida
A través del juego conoció a gente de baja condición y naturaleza, de modo que él, que durante tantos años había tenido a su persona y a su virtud tal estima, fue el primero en degradarse. So pretexto de ayudarle en su necesidad, esta gente le anticipaba préstamos que le cargaban de mayores obligaciones y preocupaciones. Le sacaban cuadros y dibujos a precios infimos y los vendían por grandes cantidades, enriqueciendose así,
A estas desgracias se sumó otra de no poca consideración, y ésta fue el el mal trato que recibió de un sobrino suyo, que vendía lo que tuviera Reni en su casa. despachando con fecuencia mil copias de sus obras antes de que hubiera acabado el original
CATEDRA. arte- grandes temas
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