lunes, 16 de febrero de 2009
O KIKIRIKI FODEDOR
Un paisano de Lugo consiguió unas gallinas pedresas aunténticas, as mellores do noso pais. Preocupado por continuar mejorando la raza puso un anuncio en el periódico solicitando un gallo. Despues de comprobar varias ofertas se decidió por un macho mejicano de gran cresta roja. Cuando llegó el animal, lo metíó en el gallinero pero a la cuarta gallina se tumbó a dormir. Viendo que el mejicano no cumplía volvió a poner otro anuncio. De esta vez solicitó información de expertos y despues de haber comprobado los análisis de todo tipo se trajo un gallo americano. Lo metió en el gallinero...el animal empezó a repasar gallinas y el granjero miraba contento a través de una ventana. Cuando el ave llegó a la décima gallina se desmayó.
Desesperado iba murmurando por un camino cuando se encontró al Indalecio- ¿Que che pasa? Preguntoulle
Indalecio escuchó pensativo y dijo: "Mira, eu che teño un kiriko, que non che é de raza nin nada. E pequeno, pelado e morriñento, pero foder fode de medo."
El paisano metió al kiriko en el gallinero, desconfiado, pero ya como última tentativa. El bicho entró en el gallinero y en un par de horas ya se había "cepillado" a las gallinas un par de veces. Al acabar salió corriendo, se lanzó sobre las ocas y los patos y tambien los dejó servidos.
El granjero no podía creer lo que veían sus ojos y muerto de curiosidad buscó al kiriko. Lo encontró tumbado en un prado, con las alas detras de la cabeza, mirando unos cuervos que estaban posados en un cable de la luz. El paisano se acercó a el y dijo: "Coño, pensé que te habías muerto"
- EHHHHHHH VETE QUE ME ESPANTAS A LAS MORENAS-
Gritó el kiriko
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario