sábado, 12 de abril de 2008
JOAN MIRÓ
"La masía"
Joan Miró: "Mujer y pájaro" (1982). Barcelona. .....................................
Joan Miró: "Cabello perseguido por dos planetas" (1968). Barcelona.
¿Puede un cabello ser perseguido por dos planetas? Desde luego que no, salvo que nos estemos refiriendo a la obra de Joan Miró (1.893-1.983) y a su extraordinaria manera de ver el mundo e inventar la realidad más irreal. Así que en el fondo, sí: como vemos en el cuadro, dos planetas están persiguiendo a un asustado cabello, que no sabe dónde esconderse.
La propia vida de Miró es un ejemplo de diferentes realidades que convivieron en perfecta armonía. Destaca sobre todo como pintor, pero se dedicó también a la cerámica y a la escultura. Inicialmente, estudió comercio, pero luego se matriculó en una academia de Bellas Artes. En estos primeros años su obra manifiesta diversas influencias: expresionistas, cubistas y fauvistas, que demuestran que el joven artista está buscando un camino propio.
En 1920 se instaló en París, donde tomó contacto con Picasso y también con los círculos dadaístas y surrealistas. Acabaría por formar parte de este último movimiento artístico y, no en vano, firmó algunos de sus manifiestos. Sin embargo haríamos mal en considerar que en el surrealismo se agota un genio como Miró, porque todas las influencias que recibió las acabó fundiendo en un estilo personal, en el que junto a los temas (e incluso los títulos) surrealistas nos encontramos con vibrantes epopeyas de color, con el recurso a lo popular, a lo lúdico y a lo festivo, con claras incursiones en el arte abstracto y con una visión tierna y casi infantil de las cosas. Practicó incluso la pintura automática y en su obra encontramos frecuentes símbolos: muchos de sus cuadros nos muestran pájaros, estrellas... o incluso planetas bailarines.
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