Si uno mira una de las obras de Hartung piensa que las realizó en un arrebato, de manera espontánea. Pero la "energía" que se advierte en los cuadros de este precursor del llamado expresionismo abstracto es más fingida que real. El Círculo de Bellas Artes en Madrid ( España ) analiza su obra en una exposición que recorre las diversas etapas de uno de los primeros artistas conceptuales.
La abstracción innata
Para Hartung la abstracción fue algo totalmente natural desde el principio en su visión del arte, a pesar de que trataría, posteriormente a sus años de juventud y ensayos, de “educarse” estudiando a los grandes maestros. Y fue Rembrandt quien le enseñaría la principal lección de su carrera artística al ayudarle a entender la fuerza que posee el gesto pictórico, tan determinante en su obra, ajena por lo demás al resto de las muchas vanguardias y corrientes con las que se relacionó a lo largo de su vida.
Un expresionista muy concienzudo
Las pinturas ubicadas dentro de la corriente del expresionismo abstracto se caracterizan por parecer haber sido hechas a base de golpes de pincel. Sin embargo, el procedimiento creativo de Hans Hartung era rayano en la obsesión, e incluso documentaba sus errores. La exposición “Hans Hartung. Esencial” se presenta en base a una nueva tesis que viene a desdecir el presupuesto de una pintura gestual realizada de manera automática, aunque esta nueva visión de la obra de Hartung pueda parecer un contrasentido. Muestra por primera vez uno de los secretos mejor guardados en relación a su obra: la existencia de un automatismo perfectamente controlado gracias a una técnica asombrosa en la que todo estaba medido, una espontaneidad planeada cercana en concepto a la manera tradicional de la pintura. Primero un esbozo, después un dibujo y, por último, la aplicación de la pintura.
40 años después
El Círculo de Bellas Artes en Madrid convoca la que es la primera exposición panorámica del artista en España tras 40 años. Un recorrido por las distintas etapas de la producción de este artista con aura de pintor maldito que, sin embargo, llegó a ganarse la vida muy bien con su obra. Preocupado por la legitimidad de su creación, tenía pintores profesionales que le ayudaban en el desempeño de su trabajo ( un trabajo que logró concebir “en serie” ), cediendo de esta manera la importancia del hecho artístico a la idea en vez de a la ejecución, teoría basal del arte conceptual
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