domingo, 16 de noviembre de 2008

Jacob Isaaksz. van Ruisdael

Jacob Izaaksoon van Ruysdael (o Ruisdaal, o Ruisdael) (Haarlem, h. 1628 - 14 de marzo de 1682), es el más celebrado de los pintores paisajistas holandeses del siglo XVII.

Parece que estudió con su padre Isaak van Ruysdael, un pintor paisajista, aunque otros autores mantienen que era alumno de Nicolaas Berchem y de Allart van Everdingen. Era sobrino de Salomon van Ruisdael, también paisajista. Su primera aparición en pinturas y esbozos es 1645. Tres años más tarde fue admitido como miembro de la cofradía de San Lucas en Haarlem; en 1659 obtuvo la libertad de la ciudad de Ámsterdam, y en 1668 su nombre aparece allí como testigo del matrimonio de Meindert Hobbema. Su obra se apreció poco en vida, y parece que padeció pobreza. En 1681 la secta de los menonitas, con la que estaba relacionado, le pidió al ayuntamiento de Haarlem que lo admitieran en el asilo de pobres de la ciudad, y allí murió el artista.

Las obras de Ruysdael se encuentran en el Louvre y en la National Gallery, Londres, así como en colecciones de La Haya, Ámsterdam, Berlín, y Dresde. Sus temas favoritos son simples escenas boscosas, parecidas a las de Everdingen y Hobbema. Destaca como pintor de árboles, y su representación del follaje, en particular de la edad de la hoja del roble, lo caracteriza con gran precisión. Sus vistas de ciudades a lo lejos, como la de Haarlem en posesión del marqués de Bute, y la de Katwijk en la Galería de la Corporación de Glasgow, indica claramente la influencia de Rembrandt.

A menudo pintó escenas de costa y marinas, pero sus mejores obras representan la soledad de los bosques. Los temas de algunas escenas de montaña parece que han sido tomadas de Noruega, y ello ha llevado a la suposición de que Ruysdael viajó a ese país. No hay, sin embargo, ninguna prueba que documente ese viaje, y las obras en cuestión pudieron ser meras adaptaciones de paisajes de Van Everdingen, cuyo estilo copió en una época. Sólo hay un tema arquitectónico en su pincel: un admirable interior de la Nueva Iglesia, Ámsterdam. El color que predomina en sus paisajes es un rico color verde, que, sin embargo, se ha oscurecido con el tiempo, mientras que un gris claro caracteriza sus piezas marinas. El arte de Ruysdael, mientras muestra poco del conocimiento científico de los paisajistas posteriores, es sensible y poético en su sentimiento, directo y hábil en su técnica. Las figuras apenas se introducen en sus composiciones, y las que lo hacen se cree que proceden de los pinceles de otros pintores como Adriaen van de Velde, Philips Wouwerman, y Jan Lingelbach.

A diferencia de otros paisajistas holandeses, Ruysdael pensaba con cuidado y arreglaba sus composiciones, introduciendo en ellas una infinita variedad de sutiles contrastes en la formación de las nubes, las plantas y formas de los árboles, y el juego de luz. Particularmente destacó al pintar paisajes con nubes que se desparraman como una bóveda sobre el paisaje, y determinan la luz y sombra de los objetos.

Lo mismo que su tío Salomon Ruysdael, dio una imagen de la naturaleza casi romántica ya en su apasionada vibración luminosa (Pérez Sánchez).

Es característico de su primera época (1646-1655) la elección de motivos muy simples y un estudio cuidadoso y laborioso de los detalles de la naturaleza. El tiempo entre su marcha de Haarlem y su establecimiento en Ámsterdam pudo haberlo pasado viajante, lo que le ayudó a obtener un punto de vista más amplio sobre la naturaleza y ampliar el horizonte de su arte. Una magnífica vista del Castillo de Bentheim (que está ubicado en Bad Bentheim en Baja Sajonia, datado en 1654, sugiere que sus viajes llegaron hasta Alemania. En su última época (1675 en adelante), muestra cierta tendencia a composiciones sobrecargadas, y afecta una tonalidad más oscura, lo que en parte puede deberse a usar una pintura delgada sobre fondo oscuro. Al final, en su acercamiento a un estado de ánimo más romántico, prefirió inspirarse en otros maestros, en lugar de acudir directamente a la naturaleza, siendo su tema favorito los torrentes y las cascadas, y castillos en ruina sobre altas montañas, que frecuentemente están tomados de las vistas de Suiza hechas por Roghmau.

Ruysdael hizo algunos grabados, reproducidos por Armand Durand en 1878 con texto de Georges Duplessis. El Campo de trigo y Los Viajeros están caracterizados por Duplessis como grabados de alta calidad que pueden considerarse las expresiones más significativas del arte paisajista en los Países Bajos.

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