El Guggenheim Bilbao (País Vasco, España) sigue apostando fuerte por el arte de procedencia oriental. En esta ocasión la sorpresa corre a cargo del inquietante Cai Guo-Qiang, artífice de unas obras donde encuentran cabida prácticamente todas las referencias de la historia china, desde su mística hasta conceptos contrapuestos como son el budismo y el militarismo. Hasta el 6 de septiembre de 2009.
Teatralidad explosiva
Famoso por emplear en la ejecución de sus obras la pólvora, el artista chino Cai Guo-Qiang aúna en su producción términos como lo escenográfico, el land art, la tradición y la performance, siempre en una clave reinterpretada. Así, mientras que, por lo general, las manifestaciones de land art suelen poseer un carácter estático y semipermanente, Cai pendula de lo efímero a lo multigeográfico. Una constante que puede apreciarse a lo largo de su trayectoria en proyectos como sus dibujos de pólvora, sus coreografías pirotécnicas e, incluso, en sus instalaciones, ahora presentes en el Guggenheim Bilbao por medio de toda una serie de documentos "residuales" del catártico momento creativo.
Historia y globalización
Guo-Qiang recoge en sus obras la tradición milenaria china y un pensamiento artístico exacerbadamente conceptual. Su arte es "una forma de energía social en constante transformación, que conecta el mundo de lo visible y el de lo invisible". Sus practicas están concebidas dentro de y para un momento específico y ofrecen una reflexión "globalización versus historia local", creando un nuevo paradigma cultural basado en esencia en el cambio.
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