FERNANDO FRANCO
En España hay actualmente más de 8 millones de "singles", personas que no viven en pareja, y eL fenómeno va a más. Sin ir más lejos, este viernes uno acompañó en una terraza viguesa a cuatro hombres y dos mujeres, y de ellos tres varones y una dama volvieron solos a sus respectivos domicilos tras acabar la copa. Los otros dos restantes del sexteto se dirigieron a ver la televisión desde una misma cama aunque, la verdad, llevan tanto tiempo juntos que si se les mete un intruso en medio ni se enteran. Solitarios en pareja. Puestos a hacer esa noche un trabajo estadístico sin salir de la terraza, podríamos anotar que, en la mesa de al lado, ocurría algo parecido: cada una de las tres mujeres sentadas iban a desmaquillarse al volver a casa ante un espejo distinto sin nadie que reclamara su presencia ante la almohada. Bueno, a no ser que algo mágico ocurriera despues, aunque ya nadie con experiencia quiere esas desesperadas vueltas a última hora al hogar con pareja desatada y rimel corrido que suelen acabar siempre al despertar con la misma pregunta:¡Tierra trágame! ¿Quien trajo aqui a este tipo que está al lado?
Cada vez hay más gente que vuelve a casa sola como si esta sociedad se estuviera convirtiendo en un club de llaneros solitarios. No sería problema si ese fuera el deseo general pero la mayoría quisiera a alguien con quien apagar para siempre la ceniza de las soledades o, simplemente aminorar la llama de los deseos siquiera unas horas. Pero no. Estamos cada vez mejor incomunicados para el amor hasta el punto de que gran parte de la gente pondrá el cartel de "cerrado por defunción" con memoria amorosa vacía de existencias o quizaás llena de vacíos. ¿Por qué estas soledades crecientes entre las multitudes? ¿Por qué perdemos tantas ocasiones por no atrevernos a decir una sola palabra que está deseando escuchar el otro? Internet, las páginas de contactos, están parcheando este pánico al otro frente a frente o quizás esta falta de tiempo para emparejarnos en vivo y en directo por causa de una sociedad preductivista que vampiriza para el trabajo casi todas las horas del día. Cada vez tenemos más amigos que hallan pareja sin salir de casa, metidos en la red. "A ver si esta cae en la red", decíamos antes sin imaginarnos que, pocos años más tarde, ésta iba a ser de banda ancha, al calor de los bits.
Ser single es un fenómeno en el que entran muchos factores, desde la incorporación de la mujer a la vida laboral hast una dedicacion extrema al trabajo, la viudez o la rapidez con que nos divorciamos. Eso lo saben bien, por ejemplo, los organizadores del Salón de Singles de Barcelona. No es extraño que, ante este sabrosos mercado de solitarios se esté generando un negocio con señuelos incuso a su sexualidad a través de cenas, fiestas en discoteca o cruceros solo para ellos.. Y es que todos se quejan: ellos porque la tienen libre pero mal aprovechada; los casados también, pero por tenerla hipotecada.Aunque para qué sexo, con la prisa que tenemos. Hoy por falta de tiempo se coge novio en el trabajo. Y, si se quiere solo intercambio de fluidos, mejor tambien en la oficina, mejor con la persona más cercana, mejor en el servicio más a mano. Y aún Mejor si tiene eyaculación precoz el ciudadano. Que locura esta prisa, hermano.
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Meu benquerido Fernando, sempre o paso ben lendo os teus artigos. É certo estamos nun mundo moi raro, o de mostrar cariño parece que non están de moda. Non estou a falar de bicos ou outras mostras "sexuales" na rúa, refírome a "ese aloumiño cun sorriso" a dicir "querote" cando atopas un amigo ou ese "toque" na espalda que parece que che anima para o resto do día. Pois eu non renuncio aínda que non estea de moda
QUÉROTE QUERIDO AMIGO
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