domingo, 26 de octubre de 2008
Wilhelm Maria Hubertus Leibl
Wilhelm Maria Hubertus Leibl (Colonia, 23 de octubre de 1844 – Würzburgo, 4 de diciembre de 1900) fue un pintor realista alemán, cultivador del género de los retratos y de la vida campesina. Se le considera una de las figuras del naturalismo pictórico alemán.
Leibl nació en Colonia y en 1861 comenzó su primera formación con Hermann Becker, un pintor local. Entró en la Academia de Múnich en 1864, estudiando en los años siguientes con varios artistas entre los que estuvieron Carl Theodor von Piloty, pintor de cuadros de historia, Arthur Ramberg, pintor de cuadros de género, y Wilhelm von Kaulbach. Estableció un taller colectivo en 1869, con Johann Sperl, Theodor Alt, y Rudolf Hirth du Frênes, pintando retratos y escenas costumbristas. Ese año se celebró la Primera Exposición Internacional del Palacio de Cristal (Glaspalast) de Múnich.
Allí mostró Leibl, con gran éxito, su obra Frau Gedon (Retrato de la señora Gedon). También se mostró entonces la obra de Gustave Courbet, quien visitó Múnich, produciendo una honda impresión en muchos de los artistas locales con sus demostraciones de pintura alla prima directamente del natural.[1] Entre las obras de Courbet estaban Los canteros. Las pinturas de Leibl, que ya reflejaban su admiración por los antiguos maestros holandeses, especialmente por Rembrandt y Vermeer, adquirieron un estilo más suelto, presentados sus temas con espesas pinceladas de pintura contra fondos oscuros. Leibl marchó entonces a París para una estancia de nueve meses durante la cual conoció a Édouard Manet y las primeras obras impresionistas. Allí trabajó con Courbet.
Tuvo que regresar a Alemania al estallar la Guerra Franco-prusiana en el verano de 1870. Leibl vivió en Múnich hasta 1873, cuando se trasladó al aislado campo bávaro, en una muestra de oposición al arte oficial. Viviendo entre campesinos, representó a sus vecinos en escenas cotidianas vacías de sentimentalismo o anécdotas, intentaba representar los detalles y el alma de los seres humanos. La calidad cercana al esbozo de su pintura fue reemplazada por mayor precisión y atención al dibujo. Desde 1878 hasta 1882 vivió en la pequeña localidad de Berbling, donde pintó la que quizá sea su obra más conocida, las 'Tres mujeres en la iglesia (Kunsthalle, Hamburgo). En este cuadro se encarna uno de sus lemas, «Los seres humanos deben pintarse tal y como se ven». Su estilo intensamente realista recuerda a Hans Holbein en su claridad de definición. Durante los siguientes años se trasladó a la ciudad de Aibling y, en 1892, a Kutterling, al tiempo que sus cuadros reunían el dibujo disciplinado que había adoptado en los años 1880 con una nueva delicadeza y luminosidad.
Leibl pintaba sin dibujos preliminares, poniéndose manos a la obra directamente con el color, un enfoque que tiene paralelismo con el Impresionismo. Su compromiso con la representación de la realidad tal como la ve el ojo le ganó el reconocimiento en vida como el artista más destacado de un grupo llamado el «círculo de Leibl» (Leibl-Kreis) que incluyó, entre otros, a Carl Schuch, Wilhelm Trübner, Otto Scholderer, y Hans Thoma. No era un grupo con unas directrices prefijadas, ni constituía una organización formal. La obra de Leibl influyó en generaciones posteriores, en particular, en los pintores de la Nueva Objetividad. Actualmente se le considera uno de los grandes pintores alemanes.
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