domingo, 12 de febrero de 2012

Samuel Aranda, colaborador de La Vanguardia, gana el World Press Photo


Samuel Aranda, fotógrafo: "Me gustaría fotografiar una revolución en España"

  • Ha ganado el World Press Photo con una instantánea sobre Yemen
  • "Si por un día se habla de Yemen, será lo mejor"
  • Lamenta que los medios españoles no apuesten por la fotografía


NOTA- Hoy escuché una entrevista que le hacían en la radio a Samuel Aranda- en dicha entrevista declaraba que ya conoce el misterio de la foto ganadora. No son marido y mujer- ES UNA MADRE, el hijo ya se encuentra bien y dice estar ansioso por visitar a ambos en Yemen

El fotoperiodista, Samuel Aranda LV

Hace poco más de un año Samuel Aranda (Santa Coloma de Gramenet, 1979) decidió marcharse de Barcelona por unos días con la idea de fotografiar los incipientes disturbios en Túnez.

Acababa de prender la mecha de la primavera árabe y el fotógrafo, colaborador del Magazine, fue enlazando reportajes, siempre con la promesa de volver a a casa cuando se hiciera la calma. Pero eso no ocurrió: en medio de manifestaciones, tanques y alambradas, el fotógrafo se enamoró de una fotoperiodista canadiense, con la que continuó el periplo por los lugares por los que avanzaba el fuego primaveral.

Cuando acabaron su trabajo en Egipto decidieron regresar a Túnez y alquilar una casa en Sidi Bou Said: un refugio blanco y azul donde los últimos meses se han sucedido los reencuentros cada vez que uno y otro regresaba después de hacer un reportaje.

El jueves por la noche Aranda estaba en casa con la única compañía de sus gatos cuando supo que había ganado el World Press Photo por una de las imágenes que tomó en Yemen recientemente, donde ha trabajado casi tres meses clandestinamente por encargo de The New York Times. "Me enteré consultando en el ordenador la web de mi banco y haciendo cuentas para pagar el alquiler. Eso forma parte de ser fotoperiodista".

El trabajo en Yemen fue todo un reto: "Resultó extremadamente difícil conseguir el visado. Costó mucho tiempo y dinero. Ahí ves la importancia de colaborar en un medio como The New York Times , donde apuestan por ti y te dan un margen de confianza en todos los sentidos".

Aranda explicó a La Vanguardia que la foto ganadora, comparada con la Pietà de Miguel Ángle, está hecha a la entrada de una mezquita convertida en improvisado hospital. "Creo que el hombre al que sostiene la mujer era su marido, pero no estoy seguro. Fueron apenas unos segundos entre el caos en un día en que murieron unas diez personas, víctimas de los francotiradores del gobierno". Recuerda que llegó a Yemen esperando encontrar un ambiente hostil. Pero esa impresión cambió a los pocos días. "He quedado totalmente enamorado del país. La gente allí es maravillosa, y excepto algún problema con el ejército, todo fue de maravilla".

El fotógrafo, que ha vivido temporadas en diversos países árabes y ha publicado numerosos reportajes de denuncia social -muchos de ellos centrados en la inmigración- asegura que espera del premio "que el foco informativo se vuelva hacia Yemen. porque de verdad merecen un futuro mejor". Samuel Aranda quiso hacer una defensa de sus colegas. "En España tenemos una de las mejores canteras de fotógrafos. Gente como Javier Bauluz (premio Pulitzer), Gervasio Sánchez, Kim Manresa, David Airob. Carmen Secanella, Joan Guerrero o Fernando Moleres, entre muchos otros. Pero al mismo tiempo contamos con uno de los panoramas a nivel de medios más tristes que conozco. Nos toca escuchar siempre la misma canción: 'Esto no interesa' o 'no tenemos dinero'".

El fotógrafo reivindica la figura en extinción de los editores gráficos y anima a los directores de los medios a apostar por la fotografía. Aranda, que tenía previsto volver a Yemen para cubrir las próximas elecciones, no tenía ayer claro si se vería obligado a cambiar de planes. "Yo sólo espero poder seguir llegando a final de mes con este oficio y que las fotos sigan llenando mi nevera para disfrutar de lo más importante en la vida, la familia y los amigos".

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