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Una mujer estrecha entre sus brazos a un pariente herido en la mejor foto del año. La tomó en Yemen, después de una manifestación contra el gobierno de Salé, y publicada en el periódico «The New York Times». [Pincha aquí para ver a pantalla completa las fotografías premiadas]
El diario estadounidense ha hablado con él en su blog de fotografía. «Cuando volví a mi casa y vi la foto en la pantalla fue algo así como "guau"». «La mujer no estaba solo llorando. Era algo más. Podías sentir que ella era muy fuerte», cuenta.
En una primera versión, el artículo recogía estas declaraciones: «Tal vez ahora algunos de los editores que antes no me cogían el teléfono empiecen a hacerlo». En una actualización fueron eliminadas.
«Ese día fue extremadamente difícil», ha recordado en una entrevista telefónica con Efe desde Túnez, en la que explica cómo el herido que aparece en la fotografía fue alcanzado por el fuego de los francotiradores que reprimían las manifestaciones.
El hombre, según el fotógrafo español, estaba intoxicado por los gases lanzados contra los manifestantes y había recibido un disparo en la pierna. El instante, en el que una mujer cubierta por un «niqab» negro sostiene su cuerpo, apenas duró un minuto.
Aranda asegura haber vivido una de sus mejores experiencias personales como enviado a zonas de conflicto. Confía en que el premio sirva para volver a llamar la atención sobre la situación en Yemen, donde continúa la crisis iniciada hace un año con la revuelta popular contra el régimen de Alí Abdalá Saleh.
«Espero que el premio sirva para que se vuelva la mirada a Yemen. Está muy bien ser reconocido, pero a veces los fotógrafos y periodistas pecamos un poco de egocéntricos», explica. «Lo importante en esta historia es la mujer y lo que pasa en Yemen. Nosotros documentamos. No somos artistas», ha subrayado.
Samuel Aranda pasó dos meses en Yemen para el reportaje sin que nadie supiera que estaba allí. Le habría llevado más de un mes entrar en el país por los canales oficiales.
Aranda nació en 1979 en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) y ha trabajado en «El País» y «El Periódico de Catalunya», asi como en las agencias EFE y AFP. En 2006 volvió a trabajar como fotógrafo independiente y ha cubierto numerosos acontecimientos en Oriente Medio y relacionados con la Primavera Árabe en el último año.
El jurado del World Press Photo valora que «la foto ganadora muestra un momento conmovedor, compasivo, la consecuencia humana de un gran acontecimiento, un suceso que está todavía en curso».
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