la Doctora Castro
El jueves fui a la presentación de un libro de Rosa Elvira Caamaño Fernández "Aportaciones de las grandes pintoras al arte, Desde la antigüedad hasta 1800"- en LA CASA DEL LIBRO. Lo presentaba mi amiga la Doctora Castro, en esta entrada publico dicha presentación
Rosa Elvira Caamaño Fernández se licenció y doctoró en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente realiza su labor docente e investigadora en la FACULTADE DE BELAS ARTES DA UNIVERSIDADE DE VIGO, en el Campus de Pontevedra, como profesora titular de Técnicas Pictóricas
En su fecunda actividad pictórica participó en Madrid en exposiciones colectivas en el Centro Cultural y Museo de la Villa y en el Centro Cultural Conde- Duque. También en Pontevedra lo hizo en el Palacio de Congresos y Exposiciones. En Santiago de Compostela expuso en la Casa de la Parra y en la Sala de la TVG. En Oviedo, en su Auditorio. En Vigo mostró sus cuadros en el Centro Cultural Caixanova. Fuera de España, expuso en Génova en el Palacio Virgilio al Portello, en el Palacio Ducal de Génova y en la Sociedad Americana del Pastel de Nueva York.
En relación a las exposiciones individuales, destacan desde 1985 las celebradas en las salas de exposiciones de CAIXANOVA en Vigo, Deputación de Pontevedra, Casa de Galicia en Madrid, Sala de la Autoridad Portuaria de Ferrol, entre otras. Algunos de sus cuadros han sido adquiridos por el Parlamento Galego y por museos europeos.
Su labor investigadora se pone de manifiesto en la publicación del libro "Serafín Avendaño- 1837-1916", editado por CAIXANOVA. Y está a punto de concluir su última publicación sobre "los caballos en el arte"
Posee además premios (medallas de oro y plata) en exposiciones conmemorativas del V Centenario del descubrimiento de América en Génova.
A lo largo de la historia y hasta el siglo XX ha habido menos pintoras que pintores. Las actividades de las mujeres se centraban fundamentalmente en la gobernanza de la casa, cuidado familiar y, por tanto, relegadas de las actividades profesionales, excepto en el área textil y en la producción de manuscritos, en este caso ya bien avanzado el siglo IX
La primera pintora de nombre conocido Ende, con su obra "Beato de la Apocalipsis" (se cree que ayudo), en la catedral de Girona, se sitúa en el año 967, es una excepción pues hasta el siglo XIV la actividad profesional femenina se centraba fundamentalmente en el bordado, en cuyos tapices se narraban batallas y conquistas de reyes y príncipes.
Hasta el Renacimiento, en la historia pictórica se encuentran miniaturistas Veáse sino que el siglo XV en Brujas, un 25% de estas miniaturistas eran mujeres.
Las luchas religiosas de la Reforma y Contrareforma no son ajenas a la educación recibida por los niños en las escuelas, que condicionan el que, en los siglos XV y XVI, las mujeres empiecen a afirmarse como verdaderas pintoras profesionales. De esta época sobresalen
Sofonisba Anguissola
que estuvo en España en tiempos de Felipe II, a quien retrató, o
Marietta Robusti
Autorretrato 1580-85, Museo de los Uffizi, Florencia.
En el Museo del PRADO se puede admirar parte de su obra.
Sin embargo, es la Escuela de Bolonia la que alcanza gran esplendor en esta etapa histórica. La razón se encuentra en que la educación de las mujeres en Bolonia era ya una tradición, pues ya podían asistir a la Universidad desde el siglo XIII. Muchas miniaturistas se dedicaron a este arte pictórico, pero tambien Bolonia dio retratistas como
Lavinia Fontana
Autorretrato de Lavinia Fontana conservado en los Uffizi.
que pintó más retratos de mujeres (damas de la sociedad) que ningún otro pintor del Renacimiento, además de cardenales, príncipes, que tambien posaron para ella.
En el siglo XVII, la pintura tuvo dos vertientes en función de las doctrinas religiosas. En la Europa meridional, los principales clientes eran la iglesia y la nobleza, junto con la protección de los reyes, que encargaban grandes cuadros que exaltaban valores religiosos, mitólogicos y relataban la historia. Por otra parte, la Europa septentrional (Holanda... Flandes...) la pintura representaba a la nueva clase social pujante, la burguesía, relacionada con la colonización de tierras de ultramar, que encargaba cuadros a su gusto, de dimensiones pequeñas y medianas y sin temas alegóricos. Empiezan así a pintarse bodegones con flores de colores exóticos traidos del nuevo mundo como plantas, frutas... en donde destacan
Clara Peeters
y
Rachel Ruysch
Se publican libros con grabados de flores con gran éxito.
Y dentro de la pintura religiosa de esta época tambien los lienzos expresaban el litigio entre la belleza formal, con una espiritualidad más artística que religiosa opuesta a la contrarreforma, que propugnaba el retorno del ideal evangélico. Ello no impidió que las pintoras de esta época realizaran ambos pedidos. Esto es, retratos de personas bien vestidas, con bordados, encajes, joyas... y retratos de cardenales o de vírgenes con actitud recatada. Fue famosa
Artemisia Gentileschi
Autorretrato en Alegoría de la pintura.
Susana y los viejos
Judith decapitando a Holofernes (1614-20)
una de las grandes pintoras del Barr0co. Su obra se encuentra en los principales museos del mundo. Fue la primera mujer nombrada académica de la Academia de Diseño de Florencia, donde colaboró con Miguel Angel. Otras por el contrario, como
Giovanna Garzoni
que se centró en plantas, frutas y animales
así como en la miniatura, un campo más fácil para las mujeres, ya que les permitía trabajar en casa sin ir al taller.
En España, las auténticas pintoras profesionales eran o monjas, de alto linaje o hijas de pintores, que se iniciaron con sus padres. Destacan Josefa de Ayala, conocida como
Josefa de Óbidos
que pintó la vida de Santa Teresa y la Sagrada Familia. Tambien merece destacarse a la escultora Luisa Roldán , que fue nmbrada escultora real, autora de una Inmaculada Concepción y de la policromada Virgen de la Leche de la Catedral de Santiago de Compostela. Contemporanea de ambas fue la francesa
Louise Moillon
que la revocación del edicto de Nantes, la condujo, para sobrevivir, a convertirse al catolicismo, ya que era hugonota. Fue la gran pintora francesa de bodegones, de lo cual da buena prueba el Museo del Louvre.
En el siglo XVIII se instala, fundamentalmente en Venecia y Paris, el estilo ROCOCO, que representa el arte de una sociedad laica. Destacan en este periodo
Rosalba Carriera
quien fue primero bordadora, luego miniaturista y, finalmente retrató a la nobleza europea a pastel, siendo elegida miembro de la Academia de Bolonia. Su fama fue legendaria y contribuyó al aprecio de la pintura al pastel. Tuvo como contemporánea a la suiza
Angelica Kauffman
quien destacó en obras de temática histórica. Sin embargo es Francia el país que aporta el mayor número de pintoras, tanto de calidad como de cantidad. El mundo de la elegancia mundana, cortés... una época idílica que desaparece con la monarquía y da paso a la REVOLUCION FRANCESA adaptándose las artistas pictóricas a esa convulsiva etapa histórica.
Rosa Caamaño quiere hacer una referencia especial en su libro, en un amplio capítulo denominado "Las pintoras francesas de la Corte", a tres pintoras para dar así testimonio de la capacidad de trabajo que mantuvieron en sus vidas, y el ejemplo de superación frente a las adversidades históricas del momento que les tocó vivir. Una es
Anne Vallayer-Coster
la primera mujer que entró en la Academia Francesa, sin ser familiar de ningún académico. Fue pintora de la corte, destacando el famoso retrato al pastel de María Antonieta, además de sus bodegones, dada su buena disposición de los elementos geométricos. Otra fueAdélaïde Labille-Guiard
Autorretrato con dos alumnas
quien pintó para la corte y para los revolucionarios (el magnífico cuadro de Robespiere así lo atestigua). Retratista muy solicitada, algunas de sus obras se encuentran en el Museo Metropolitano de Nueva York. Finalmente, de forma especial Rosa Caamaño describe la vida personal y artística de la tercera,
Louise Élisabeth Vigée Le Brun
Autorretrato
La lectura de esta obra discurre de forma sencilla y el lector va descubriendo con facilidad, paso a paso, la evolución de las distintas escuelas europeas, donde se formaron y desarrollaron pintoras que han dejado huella permanente en el devenir de los tiempos, dejando patente, como siempre, que lo que hay de hermoso en sus cuadros no son ellos mismos, sino el esfuerzo del artista que los concibió
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Querida Mercedes Castro, ya puede ser bueno el libro para superar tu presentación.
Un bico muy grande
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