viernes, 10 de febrero de 2012
Fra Filippo Lippi
Italia
Florencia 1406 - Spoleto 1469
A los 15 años Fra Filippo Lippi quedó huérfano e ingresó en el convento del Carmine de Florencia, posiblemente para salir del paso ya que no tenía ninguna vocación religiosa. Masaccio y Masolino iniciaron la decoración de la capilla Brancacci de esa iglesia en 1424, sintiéndose el joven fraile atraído por la pintura, posiblemente sirviendo como ayudante al propio Masaccio, cuyo estilo admiró y continuó. La documentación menciona por primera vez a Fra Filippo como pintor en 1430, fechándose su primer trabajo en 1432. Dos años después abandona Florencia para trasladarse a Padua, desapareciendo las obras que allí ejecutó. En 1437 está de nuevo en Florencia, sustituyendo la dependencia de Masaccio por la escultura donatelliana y la pintura flamenca, trabajando en un estilo delicado y naturalista. Su época de madurez está caracterizada por las transparencias, que aumentan la elegancia de sus obras. A partir de 1452 está trabajando en los frescos de la capilla mayor de la catedral de Prato, empezando sus problemas con la justicia. En 1450 había sido enjuiciado por un fraude y en 1456 raptó a la monja Lucrecia Buti de un convento de Prato del que había sido nombrado capellán. Gracias a la familia Médici, Fra Filippo consiguió una dispensa del papa Pío II para casarse con Lucrecia, con quien tuvo un hijo, también pintor llamado Filippino Lippi, viviendo como legítimos esposos. En 1464 no había acabado la serie de frescos y era el maestro de un fructífero taller al que acudió Botticelli para iniciar su formación. Su último trabajo fueron los frescos de la catedral de Spoleto, que no pudo acabar ya que la enfermedad le debilitó profundamente desde 1466. La mayor aportación de Fra Filippo a la pintura quattrocentista florentina será un mayor acento profano respecto a las obras de Masaccio o Fra Angelico que le sirvieron de inspiración, haciendo de nexo con la generación posterior.
ARTE HISTORIA
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4 comentarios:
QUE PRECIOSIDAD, MUCHAS GRACIAS
Cuando veo el arte que nos han dejado
en herencia, para que todos podamos admirarlo y la vida tan triste y repleta de sufrimientos que le
tocó vivir pienso que es una injusticia...
Pues si, parece, segun ves por las biografías de los grandes pintores, que la infelicidad es creativa...
Si que es una maravilla Fran. Y que suerte que podamos contemplar estas obras sin salir de casa, ¿Verdad? Todo gracias a la tecnología. Un bico
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