La muxiana María Amelia López comenzó a escribir un blog hace dos años porque «no tenía con quién hablar». Hoy sigue tecleando en él cuando la salud se lo permite, tiene miles de amigos y ha recibido varios premios.
Autor:
EDUARDO EIROA
En 1930 la mayor parte de los alumnos del colegio Fernando Blanco de Cee iban a clase descalzos. Sus profesores gastaban pajarita y largos bigotes y para la mayoría de quienes allí se formaban las últimas tecnologías eran cosas como el teléfono o el alumbrado público. Era la institución educativa más importante de la Costa da Morte. En la cercana Muxía conceptos como el asfalto, la luz eléctrica o los zapatos eran casi utopías
En 1930 tenía ya 19 años la muxiana María Amelia López Soliño. Nació en 1911, el 23 de diciembre. Por entonces las calles ?de tierra? las alumbraban en su pueblo, en el mejor de los casos, farolas de gas. El miércoles está de cumpleaños. Cumple 97. Y no lo celebrará sola. Serán miles los que, a través de blog, le envíen su cariño.
Ella, que pasaba de los 50 cuando el primer hombre llegó a la Luna, se ha convertido, indiscutiblemente, en la de abuela Internet. Por su bitácora, amis95.blogspot.com, han pasado ya cerca de 1,4 millones de visitantes.
Dos años después de arrancar con aquella experiencia, Amelia, una mujer de una generación que poco tiene que ver con el mundo digital, está encantada con la experiencia.
Hace ya unos días que no actualiza su blog. Las cataratas no le dejan ver bien y lamenta que los ordenadores no los hayan pensado también para personas mayores. Especialmente el ratón, ese pequeño trasto cuyo puntero se pierde con facilidad en la pantalla y que no es fácil de encontrar: «Se me mete en una esquina y me vuelvo loca para recuperarlo», cuenta.
Como no podía ser de otra forma, Amelia atiende al teléfono móvil para contar como le van las cosas. «Ya estoy algo cansada», dice. Se le pasa el cansancio cuando se habla de Internet y de su blog: «Fue mi vida, mi gloria, mi todo».
La cosa empezó, recuerda, porque estaba sola en casa y no tenía con quién hablar. Su nieto le echó una mano y le arregló el problema con un ordenador. En dos años, casi millón y medio de entradas. «No contesto a todo lo que me dicen porque no doy abasto, tendría que tener una secretaria», dice con sentido del humor.
El éxito de la bitácora no le llegó solo a través de la pantalla. Ya lleva recogidos varios premios y por su casa han pasado bastantes visitas. «Hasta vino una chica rusa, muy guapa, a verme a Muxía. Hablaba siete idiomas, también gallego», rememora.
A través del ordenador ella responde a alemanes, chilenos, brasileños. Cuenta con gracia que se vio por los escaparates de Japón, donde también tiene mucho éxito. «Si tengo Internet a los 14 años, ahora sería un talento. Idiomas, prensa, música. Para quien lo sepa usar, lo tiene todo», dice.
También ha tenido sus malas experiencias. Siempre los hay que dejan alguna mala frase en su bitácora. Dice ella que las formas de este siglo XXI no le van. Que la gente ahora es mucho menos educada que antes, que las costumbres morales de los jóvenes dejan mucho que desear.
MI COMENTARIO- ¿Sabe alguien cual es el blog?
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