miércoles, 10 de septiembre de 2008

¿Sabías que en Japón existe el arte de colocar piedras?


Los japoneses sienten un profundo amor y respeto por la naturaleza, algo que se proyecta claramente en su arte y de una forma especialmente peculiar en los géneros desarrollados dentro del mismo. Así, y junto al Ikebana por ejemplo, que en Occidente tan sólo entenderíamos como un mero ejercicio destinado al arreglo floral, podemos encontrar una manifestación tan curiosa como la del Arte del Suiseki, o, lo que es lo mismo, el arte de disponer en atención a su espíritu interno aquellas piedras que destacan por su forma o belleza.


Una tradición ancestral

El arte del suiseki se practica en Japón desde el s.VI, fecha en la que será tomado "en préstamo", como habrá de suceder con muchas de las artes niponas, procedente de China, país de su nacimiento. Una vez en Japón, donde llegará a alcanzar un gran predicamento, será adaptado a los nuevos gustos de los japoneses, cuya relación con el arte y la naturaleza lleva siglos marcada por dos directrices fundamentales: la integración y la simplicidad. Unas características que quedan bien definidas en el suiseki, un género que podría ser considerado como uno de los primeros ejemplos de land art-conceptual

El espíritu de las piedras

Básicamente, el suiseki responde a la definición del arte de la selección y contemplación de piedras, creadas de forma natural, que han sido escogidas por su belleza y su capacidad de evocación. Son elementos que pueden remitir a quien los contemple a elementos muy diversos de la naturaleza -islas, cascadas, la luna, etc.- y cuya disposición responde a la armonía, formal o/e interna, que la propia piedra dicte. Un proceso en el que el acto creativo no reside tanto en el producto final como en el momento de la selección, un ejercicio que entronca directamente con los preceptos zen que conducen al hombre a una visión global del cosmos a través de su propia interioridad.

No hay comentarios: