sábado, 20 de septiembre de 2008

Hubert van Eyck


Hubert van Eyck (también Huybrecht van Eyck) (h. 1366–1426) fue un pintor flamenco perteneciente al estilo flamenco dentro del periodo gótico, y hermano mayor de Jan van Eyck.

Nació alrededor de 1366, en Maeseyck (hoy Maaseik, Bélgica), bajo la protección de un convento benedictino, en el que se cultivaron el arte y las letras desde principios del siglo VIII.



Pero después de una larga serie de guerras—cuando el país se volvió inseguro, y las escuelas que habían florecido en las ciudades decayeron—marchó a Flandes, y allí se hizo un nombre por primera vez. Fue pintor de la corte del ducado de Borgoña, y cliente de uno de los más ricos patricios de Gante. En la mediana edad, entre 1410 y 1420, se señaló a sí mismo como el inventor de un nuevo método de pintura. Aquí vivió al servicio de Felipe el Bueno hasta 1421. Aquí pintó cuadros para la corporación, cuyos principales magistrados le honraron con una visita de estado en 1424.


Su principal obra maestra, la "Adoración del Cordero Místico", es una de las más nobles creaciones de la escuela flamenca, siendo un políptico con las partes dispersas, desde la tabla central que está en San Bavón de Gante, hasta las galerías de Bruselas y Berlín,—en una de ellas trabajó Hubert hasta el final, dejando que la completara su hermano, Jan van Eyck. Es casi único como ilustración del sentimiento contemporáneo por el arte cristiano, esta gran composición sólo puede asemejarse a la "Fuente de Salvación" en el Prado. Representa, en numerosos panelos, a Cristo en su asiento del juicio, con la Virgen y san Juan Bautista a ambos lados, oyendo las canciones de los ángeles, y contemplados por Adán y Eva, y, bajo él, el Cordero derramando su sangre en presencia de los ángeles, apóstoles, profetas, mártires, caballeros y ermitaños.

En los lados exteriores de los paneles están la Virgen y el ángel de la Anunciación, las sibilas y profetas que profetizaron la llegada del señor, y los donantes en oración a los pies del Bautista y el Evangelista. Después de que se terminara esta gran obra se colocó, en 1432, en un altar en San Bavón de Gante, con una inscripción en el marco describiendo a Huberto como “maior quo nemo repertus,” y anticipando, en colores tan imperecederos como la propia pintura, lo que Hubert comenzó y Jan más tarde llevó a la perfección.


El retablo fue efectuado por ambos hermanos conjuntamente, como Jan van Eyck reconoció y sus contemporáneos sabían perfectamente, y los hechos eran igualmente conocidos del duque de Borgoña o los jefes de la corporación de Brujas, quienes visitaron la casa del pintor en una visita de estado en 1432, y los miembros de la cámara de retórica en Gante, que reprodujeron el Agnus Dei como una escena viva en 1456. No obstante, generaciones posteriores atribuyeron el políptico en exclusiva a Jan.

La solemne grandeza del arte eclesiástico en el siglo XV nunca encontró, fuera de Italia, un exponente más noble que Hubert van Eyck. Su representación de Cristo como juez, entre la Virgen y San Juan, permite una buena representación de verdad realista, combinada con puro dibujo y un colorido maravilloso, y la unión feliz de seriedad y simplicidad con el más hondo sentimiento religioso. En contraste con producciones precedentes de la escuela flamenca, muestra una singular hondura de tono y gran riqueza de detalle. Finalizado con una sorprendente habilidad, está ejecutada con el nuevo medio: el óleo, del que Hubert compartió la invención con su hermano, pero del que ningún otro pintor rival tenía entonces el secreto. El uso del aceite como aglutinante es la aportación del estilo flamenco a la pintura gótica, pronto se difundió entre los cofrades de las ciudades vecinas, pero no fue revelado a los italianos hasta casi el final del siglo XV.


Cuando Hubert murió en septiembre de 1426 fue enterrado en la capilla del altar donde estaba colocada su obra maestra. De acuerdo con una tradición tan antigua como el siglo XVI, su brazo estaba preservado como una reliquia en un cofre en la puerta de San Bavón de Gante.

En su vida tuvo una gran actividad y sorprendentes éxitos. Enseñó los elementos de su arte a su hermano Jan, quien le sobrevivió y con el tiempo le superó en estatura y fama.

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