miércoles, 10 de diciembre de 2008

Magritte. Il Misterio della Natura



El 21 de noviembre se celebró el centenario del nacimiento del belga René Magritte, un artista excepcional que elevó el surrealismo hasta la excelencia, popularizando el movimiento con obras tan célebres como La perfidia de las imágenes, en la que, con la ironía de Ce n’est pas une pipe? invitaba a una reflexión que calaría vivamente en la concepción artística y filosófica de nuestro tiempo. A modo de merecido tributo, El Palazzo Reale de Milán (Italia) exhibe 100 pinturas, óleos y esculturas bajo el enigmático título de "El misterio de la Naturaleza", motivo que retumba en las geniales obras de Magritte.


Arte y reflexión

La naturaleza tematizada, mediada entre la sensibilidad del creador y lo intangible de su obra, un nexo de unión entre lo espurio terrenal y el arte vaporoso; la manifestación pictórica a modo de escalones por los que ascender hasta una mejor comprensión de la realidad (o irrealidad). Los artistas han intentado captar la sutileza inasible en sus criaturas, y el espectador pelea por llegar a ese lugar que trasciende la frivolidad estética de contemplar someramente un trozo de lienzo. Bajo la representación, el artista intenta llegar al alma, a la esencia oculta de lo representado para revelarla. Magritte, bajo la influencia del cubismo, del orfismo, del futurismo y, evidentemente, del surrealismo, cimentó su carácter en el “realismo mágico” que lo encumbraría, estableciendo un nexo entre el sujeto espectador, el sujeto creador, la palabra, la obra y la realidad. La exposición traza un recorrido por los territorios en los que buceó el pintor belga, en una senda guiada por la recurrencia de la naturaleza como modelo de meditación, punto de partida para comprender al hombre moderno. Souvenir de voyage, L’hereux donateur o L’empire des lumières, algunas de las más de 100 obras que pueden visitarse en el Palazzo Reale, suscitan el diálogo interior y sacuden al espectador de una actitud acomodaticia en su contemplación.

La naturaleza como telón de fondo

La muestra ha sido posible gracias al préstamo del Museo Royaux des Meaux Arts de Bélgica y a la participación de su director general, Michel Draguet, así como a la predisposición de numerosas colecciones privadas a engrosar la exposición, la ayuda de Claudia Beltramo Ceppi en colaboración con Charly Herscovici, presidente de la Fundación René Magritte, y la cooperación de Paolo Vedove. La enigmática obra de Magritte se ha interpretado de formas muy diversas, del mismo modo en que se interpreta de forma dispar el papel que ocupa la naturaleza en ésta. Al respecto, Draguet ha comentado que “en última instancia, la naturaleza es aquel ámbito al que se debe la cultura. La naturaleza yace omnipresente en el discurso artístico de Magritte, suscitando, por una parte, multitud de cuestiones que el artista explora y combina a placer y, por otra parte, creando el marco de todas las cosas, el punto a partir des del cual se determina toda forma de consciencia”.

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