jueves, 12 de enero de 2012

Johan Christian Dahl



Noruega
Bergen 1788 - Dresde 1857

Johan Christian Clausen Dahl ejerció, a través de su pintura fuertemente imbuida de sentimientos patrióticos y románticos, una profunda influencia sobre el paisajismo alemán y noruego. Vino al mundo en Bergen, Noruega, en febrero de 1788. De 1803 a 1809 fue aprendiz de un pintor y decorador de interiores en su localidad natal, al tiempo que recibía clases particulares de dibujo. Su talento artístico fue pronto reconocido, y un grupo de acaudalados ciudadanos de Bergen le pagaron sus estudios en la Academia de Copenhague, en donde permaneció de 1811 a 1817, enseñando desde 1813 en la escuela de pintura de C. A. Lorentzen (1749-1828). Mientras estuvo en la Academia, Dahl también se preparó por libre, copiando de maestros holandeses y realizando numerosos estudios sobre la naturaleza. Con algunas de estas copias se ganaba la vida: Claudio de Lorena influyó en sus primeras pinturas italianizantes, mientras basaba sus obras de tipo 'noruego' en Jacob van Ruisdael. Estos maestros también influyeron en sus dibujos de la naturaleza, realizados en los alrededores de Copenhague. De esta época es 'Castillo de Frederiksborg a la luz de la luna' (1817).

En septiembre de 1818, Dahl marchó a Dresde, en donde permaneció hasta 1820. Allí causó sensación su trabajo entre los pintores más jóvenes, por el realismo de su aproximación a la naturaleza. Conoció a Caspar David Friedrich, con el que había de compartir casa, en la calle 'An der Elbe 33', hasta 1823. La actitud subjetiva y contemplativa de Friedrich le hizo comprender las posibilidades existentes más allá del realismo de la tradición danesa. Dahl fue invitado por el príncipe Christian Frederik (luego rey Christian VIII de Dinamarca) a la villa Quisisana en Nápoles, en donde residió hasta 1821, y aprovechó para hacer numerosas excursiones artísticas por la región. Regresó, pasando por Roma, a Dresde, en donde permaneció ya hasta su muerte en octubre de 1857, salvo ciertos cortos viajes a Noruega. Su estancia en Italia influyó sobremanera en su obra: los estudios al óleo, como 'Marina, Golfo de Nápoles', de 1821, demuestran una factura suelta y confiada, más atrevida. También le proporcionó una gran cantidad de temas para los cuadros ejecutados en Dresde: muy popular fue su 'Vesubio en erupción', de 1823, del que pintó varias versiones. Desde la capital de Sajonia realizó varios viajes en busca de motivos naturales a Bohemia, Silesia y el Riesengebirge. En 1824 recibió un puesto en la Academia, aunque no de tipo docente. Desde mediados de los años veinte, dominan los paisajes de tema noruego, tendencia que ya no abandonará hasta su muerte. En 1826 retornó a su patria, de la que realizó una serie de paisajes bien diferentes de los primeros de su juventud.


Los dibujos que realizaba en estas ocasiones, con un cuidadoso acabado, demuestran el importante papel que Dahl les concedía. Fueron raras las veces en que accedió a vender alguno. En Dresde, por el contrario, su principal método era el estudio directo al óleo, algunos de los cuales pueden considerarse obras acabadas en sí mismas. Hacia 1830 Dahl se decidió a tratar un tema habitual: 'Naufragio en la costa de noruega', en el que, a pesar del poderoso tratamiento de los elementos naturales, no prescinde de las figuras humanas, introducidas para dar un toque sentimental, emocional, a la escena. En este periodo lleva a cabo varias obras de figuras contemplando la luna, en la línea de Friedrich, así como una serie de vistas de ciudades a la luz de la luna, como 'Kronborg a la luz de la luna' o Vista de Dresde a la luz de la luna. En su época de madurez, Dahl dio forma material a los fuertes sentimientos patrióticos que ya animaban sus paisajes noruegos. Participó en la protección de monumentos históricos de su país y luchó por conseguir la creación de una galería nacional de arte noruego en Christiania (actual Oslo), a la que contribuyó con buena parte de sus obras y dibujos. Su influencia en el paisajismo noruego es definitiva, y también es importante en la pintura alemana, en la que encontró discípulos sobresalientes como Carl Blechen.

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