Hoy, escuché, por la mañana, una entrevista que le hacían en la SER a Montserrat Caballé. Ya ha cumplido 80 años y parece una quinceañera. Se emocionó cuando hablaba de su marido Bernabé. "Sin el mi vida no habría sido la misma, es cariñoso, comprensivo, nunca ha empleado una palabra fuerte..." Las palabras se ahogaban en su garganta... van a celebrar los 50 años de matrimonio con una nueva boda, misa y fiesta
EMPECE ENAMORANDOME DE ELLA Y ACABÉ QUERIENDOLA DE VERDAD.
[“Bellini quería una voz de ángel. Y tú la tienes. Cántale tu Norma”.
Callas dixit in illo tempore a Caballé]
A mi me encanta Monterrar Caballé. Es una mujer que emana sencillez y popularidad, pero de esa popularidad que se acerca a todos, quizás por eso los "huele-nubes" intentaron descalificarla...
"Pero por favor ¿Como te gusta? La Caballé no canta"
- Pues mira que maravilla ser una "analfabeta de oido" porque a mi me "pone" y mucho.
Que no soy yo una mujer muy preparada, ya lo sé, y no es porque no intente cultivarme. Me compre todos los recitales de JOAN SUTHERLAND, ahora mismo la tengo cantando de fondo y NADA, canta muy bien siiiiiii, pero..... ahhhhhh que pena, no tengo remedio.
He buscado un par de entrevistas que le han hecho y aqui las dejo
Biquiños a todos e todas
Una cantante "grande "por fuera y "grande" por dentro.......
DIVA UNIVERSAL, OPTIMISTA RADICAL
Y PROPIETARIA DE UN TESON TAN
DESCOMUNAL COMO SU BUEN HUMOR,
PARA MUCHOS ES LA MEJOR SOPRANO
DE LAS ULTIMAS DECADAS.
PARA TODOS, UNA MUJER EXCEPCIONAL!!!
¿Que le duele más :
Que le engañe el partido al que votó,
que le time su tendero o que le mienta
su mejor amiga?
La traición es siempre un plato indigesto.
La música amansa las fieras.
¿A los hombres también?
Desgraciadamente, hay quienes tienen
el corazón tan duro que escuchen lo que
escuchen son incapaces de amansarse.
Pero son una minoría, la música es un
bálsamo muy eficaz para pacificar y alegrar
el espíritu de los seres humanos.
Varones incluidos.
¿Sospecha qué hacían las mujeres
de este planeta mientras los hombres
se dedicaban a "escribir" la Historia?
Ponerle música y armonía a la letra pequeña
de lo cotidiano.
¿Es capaz de definirme en tres garabatos
qué es el éxito?
El triunfo de la fuerza de voluntad.
Si le digo lujo
¿Que se le pasa a usted por la cabeza?
Hogar, tranquilidad......¡Vacaciones!
El común de los mortales aterriza
en la Tierra dando berridos,
usted con el don de poseer una voz celestial
¿Qué precio ha tenido que pagar por este regalo?
Yo no creo que exista la perfección
en los seres humanos, es más ,
pienso que estamos muy lejos de alcanzarla.
Más que intentar obtener la capacidad para ser
inteligentes deberíamos asumir nuestros defectos
para tratar de que la siguiente vez las cosas
nos salgan mejor.
Ese es el verdadero talento.
¿Somos un país de genios o con hambre de cultura?
Somos un país con un apetito descomunal
por todo lo que huela a cultura.
Masticar y saborear emociones y belleza
forma parte de la dieta esencial de nuestro pueblo.
Si después cae un bocadillo de jamón serrano,
mejor que mejor.
¿De que se ríen las mujeres que le rodean?
De lo ridículos que somos sin sentido del humor.
OFF THE RECORD
¿¿¿¿¿Hay algo peor para una cantante de ópera
que lanzar un gallo en plena representación
de la Scala de Milán?????
"Sí, por supuesto. Lanzar dos...."
ENTREVISTA A MONTSERRAT CABALLÉ
Por Xavier Nicolás
Xavier Nicolás: La persona que más le ayudó en sus inicios, su profesora Eugenia Kemmeny,
había cantado Wagner en Bayreuth.
MONTSERRAT
CABALLÉ: Si, ella había sido una célebre cantante en los años 20,
imagino,
por la edad que calculo debía tener cuando era profesora mía.
Me hablaba mucho de Bayreuth,
y me ayudó mucho a modelar mi voz. Ella
fue precisamente la que me invitó, teniendo yo
apenas 16 años, al
concierto que diera Kirsten Flagstad en el Liceo.
X.N.: ...Eso fue en el año 1952, ¿qué impresión le causó?
M.C.:
Fue algo que nunca olvidaré. Recuerdo que estaba en el palco que tenía
la familia Bertrand,
y estaba sentada en la fila de atrás del palco.
Cuando aquella mujer, Kirsten Flagstad, empezó a cantar,
quedé
impresionada, aterrorizada. Ese torrente de voz, esa potencia de canto,
una entonación
maravillosa, un estilo sorprendente. Me acuerdo que luego
le comenté a mi profesora, Kemmeny,
que viendo aquella actuación de la
Flagstad, desde mis tímidos comienzos con 16 años, poca
cosa tenía que
hacer. Ella me dijo que no me debía comparar con ella. Que
indudablemente Flagstad
era una de las cantantes más extraordinarias del
mundo de la ópera, que dominaba a la
perfección la modulación y la
entonación, y que lo que yo debía hacer era esperar a tener 25
años para
que mi formación de la voz pudiera llegar a su plenitud, pero sin ánimo
de
compararse a la Flagstad. Fue maravilloso aquel recital, y,
comparándola con, por ejemplo
la Birgit Nilsson, debo decir que la
superaba en cuanto a torrencialidad, potencia, fuerza vocal.
X.N.: Vd. ha cantado prácticamente todas las obras de Wagner, no todos los papeles, pero sí
alguno de cada una de ellas.
M.C.:
Bueno, cronológicamente, sí, he cantado la Irene del “Rienzi”, la Senta
del “Holandés”,
la Elsa del “Lohengrin”, la Elisabeth y la Venus del
“Tannhäuser”, una muchacha flor en el “Parsifal”
que fuera mi modesto
debut en la Scala de Milán en 1960, la Sieglinde de “La Walkyria”,
la
Gutruna y la Brunhilda del “Ocaso”, e Isolda en el “Tristán”. No he
cantado más papeles,
como por ejemplo el de Brunhilda en su papel
principal, porque no es un rol que se adapte
a mi tesitura de voz.
Wagner hay que saber cantarlo, y exige una preparación o una tesitura
especiales.
X.N.: Lo que no está nada mal. ¿ Qué le parece Wagner como músico?
M.C.:
Bueno, Vd. sabe que mis favoritos para cantar o escuchar han sido
Strauss,
Mozart, Haydn y desde luego Wagner. Wagner ha sido uno de los
más grandes,
con una música muy especial, que aunque los italianos digan
que es estereotipada,
a mí me parece maravillosa. En ocasiones Wagner
es avasallador, detonante, como
un vendaval; pero cuando se escucha a
Wagner en sus momentos más íntimos, cuando
su música mueve al
sentimiento, como en el “Tristán”, es entonces cuando se
vislumbra su
verdadera grandeza.
X.N.: Zubin Metha la animaba constantemente a cantar Wagner, pero Vd. se tomó su tiempo.
M.C.:
Ciertamente era así, pues Wagner es muy particular para ser cantado, y
la preparación
conlleva cierto tiempo. Con Zubin Metha grabamos en los
80 un disco con arias wagnerianas
muy bonito y del que guardo muy buenos
recuerdos. Están los fragmentos más emotivos
del compositor alemán.
X.N.:
A “corra cuita” en la temporada de 1983 del Liceo fue Vd. llamada de
urgencia para
cantar el papel de Venus en el “Tannhäuser”. ¿ Cómo fue la
experiencia?
M.C.: Bueno, la verdad es que me
avisaron con apenas unas horas de anticipación, y tuve que
mirarme la
partitura rápido y corriendo. Y si Vd. estuvo allí, recordará que me
diseñaron
especialmente una especie de concha donde se escondía la
partitura detrás. Yo conocía
el papel muy bien, pero no lo había cantado
nunca, y creo que la cosa se salvó bastante bien.
X.N.: Vd. estuvo a punto de cantar en Bayreuth, ¿le hubiera gustado esa nueva experiencia?
M.C.:
Indudablemente me hubiera gustado hacerlo allí, pero por problemas de
fechas,
desgraciadamente nunca pudo ser posible. Había un “décalage” muy
grande, y comprendí
que para cantar en Bayreuth había que hacer unos
ensayos muy largos, de al menos dos
meses, tiempo con el cual yo no
contaba por estar comprometida con otros teatros. La
gente me decía que
no importaba, pero yo insistí en que si quería ir a Bayreuth, debía
ir
muy bien preparada. Fue una pena, pero las cosas fueron así.
X.N.:
Cuando Vd. tenía 17 años y asistía a las veladas de la familia
Bertrand, tuvo ocasión
de oír en privado a Max Lorenz. ¿ Qué recuerdos
tiene de él y de su voz? Creo que incluso
él hizo un informe muy
positivo sobre la voz de Vd.
M.C.: Bueno, era un
señor muy serio. Mucho más tarde le reencontré en Viena, y
aún se
acordaba de aquellas sesiones cuando yo era una jovencita.
Indudablemente
Max Lorenz tenía una voz bellísima, comparada a la de
Kirsten Flagstad en el rol
sopranístico. Eran voces irrepetibles, de las
que ya no existen hoy en día.
X.N.: Una de sus especiales inquietudes ha sido la de descubrir nuevos músicos o
piezas desconocidas de músicos conocidos.
M.C.:
Sí, efectivamente, esa ha sido la norma de mi vida y por eso tengo un
repertorio
tan extenso. Muy especialmente he buscado descubrir óperas
que no se habían representado
nunca, o pocas veces, así como multitud de
compositores desconocidos, del romanticismo
especialmente.
X.N.: ¿ Cree que últimamente se respeta al autor, al compositor, al libretista, en las óperas
de los teatros del mundo?
M.C.:
Cada vez menos, esto es un complot entre la dirección de los teatros y
los directores
de escena, los que hacen la creación. Contratan a esta
gente que nos explican a los cantantes
cómo hemos de hacer tal o cual
cosa, y normalmente son situaciones imposibles,
absurdas. Fuera de
contexto. Estamos en una época en la cual todo el mundo tiene
derecho a
opinar, la democracia es eso, y a exponer sus ideas. Lo que no me parece
tan creíble es que por democracia se entienda que mil quinientas
personas en una sala
tengan que tragarse y ver lo que dos señores han
decidido, porque el respeto a la música
depende de muchas cosas, no sólo
de los que estamos aquí, sino por supuesto de ese
público, del respeto
hacia éL Tampoco sólo al compositor, pero mucha gente se
puede creer o
sentir frustrada, otras no. Yo creo que la creatividad de las personas
hoy en día es un poco amorfa, está un poco dormida. Y entonces tienen
que inventarse
cosas raras porque si no, no tienen la suficiente
grandeza de creación para crear
dentro de lo que el autor había deseado.
Porque hay que respetar al autor de la
música, pero también al autor
del libreto. Pero todo ello forma parte también del
mundo de hoy. Hay
que crear polémica, bullicio, para que el mundo de la ópera
sea más
excitante, ahí tiene Salzburg o Bayreuth, y ello coincide normalmente,
con la ausencia de buenas voces. Por algo será... Cuando las grandes
voces
están en su sitio, entonces la cosa cambia.
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