Jan Hendrix, holandés afincado en México desde hace casi cuarenta años, retorna a España tras los pasos del rico patrimonio paisajístico canario gracias a una propuesta de la Fundación César Manrique. Una experiencia de descubrimiento llevada a cabo a lo largo de tres semanas en la isla de Lanzarote que ahora se presenta en una exposición donde fantasía y naturaleza son la clave.
Aventurándose en Lanzarote
Una forma distinta de construir el paisaje para una extraña propuesta que se aleja de happenings, land arts y talleres al tiempo que compendia una pequeña parte de cada uno de ellos. Una oferta surgida de la mano de la Fundación César Manrique, inscrita dentro de su programa Artistas en Residencia, ofrecida en esta ocasión al disfrute de Jan Hendrix. Durante casi tres semanas este maestro serígrafo se dedicó a pasear, recoger muestras, fotografiar e imbuirse del espíritu de una isla que, más tarde, en un improvisado taller, reelaboraría por medio de unas obras de arte concebidas como un todo complementario y finalizadas en México y Madrid a posteriori.
Diario visual de un artista
Así, dos series de doce grabados cada una y una preciosa y poética escultura, que recoge la tradición productora del artista holandés, son el resultado de este peculiar trabajo de investigación artística. Completan la propuesta los trabajos preparatorios realizados tras sus sesiones campestres llevadas a cabo en el pueblo de la Caleta de Famara y una peculiar fauna de metal origen de sus bidimensionales "esculturas" de sombras.
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