DIARIO DE UN PRESO
He escuchado tantas conversaciones a lo largo de la vida que he pasado en distintas cárceles españolas. Los hay malos, esos que no conseguirán redimirse, pero tambien hay gente buena, los que han tenido mala suerte.
Era aún un crío y ya me sentía un marginado, una sociedad que no me quería aceptar porque un día cometí un pequeño delito y no quisieron perdonarme. Una sociedad que cree saberlo todo, que no entiende nuestros problemas. ¿Reintegrarnos? ¿Quien está dispuesto a echarnos una mano?
La primera vez que fui detenido, confesé delitos a la policía, algunos que ni ellos conocían, por eso hoy me llamo cobarde e imbécil. ¿Por que tuve que contarles todo? ¿Fue miedo?
Desde que tengo uso de razón, mi vida ha consistido en robar y estafar. Tengo buena pinta y huelo a la buena gente, asi que visito a abogados, médicos, empresarios y hasta directores de bancos y siempre les cuento la misma historia. Estos forman parte de la "buena gente que no han tenido mala suerte" y creen que ayudando a malvados como yo hacen un favor a la sociedad. ¿Trabajar todo el día por un salario de mierda? Me cansaba ver a mi madre levantarse a las cinco de la mañana para ir a limpiar otras casas. Yo necesito dinero. Me gusta ir a la discoteca y sentirme importante cuando saco un fajo de billetes del bolsillo. Bien vestido, fumando tabaco rubio americano, las chicas se acercan. A veces me pregunto ¿Cuanto tiempo vas a poder vivir así? Rapido la respuesta viene a mi mente... mientras la gente siga confiando en mi...
A veces maldigo el día que mi madre me trajo al mundo, a un planeta donde solo existe odio e incomprensión. Me veo en el buen camino, no es delito, ellos lo tienen y yo tengo que sacarselo, me lo merezco. Una sociedad donde nadie se preocupa por nadie ¿Como se puede sobrevivir a estas plagas?
Al principio me avergonzaba y le pedía perdón a mi madre. Ella siempre me perdonaba aunque advirtiendo que acabaría mal. Hasta a ella llegué a robarle, una mujer, una señora aunque nunca supo leer ni escribir. Ella se levantaba de madrugada para que en casa no faltara de nada, para que pudieramos estudiar y yo me quedaba en la cama toda la mañana.
¿Soy yo acaso un delincuente? Bueno, yo no diría que todo el mundo, pero muchos si. Pero ni en la delincuencia somos iguales, a mi me cogen pero a esos otros, a los poderosos, a esos les dan .palmaditas en la espalda
Miles, millones de obreros, explotados, trabajando por una miseria y no les queda más remedio aunque sean tratados como animales. Y me hablan de derechos humanos. ¿que me dicen de ese artículo
" derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo"? Paparruchas, solo eso
Quiero que quede claro que no pretendo que todo el mundo tenga un gran puesto, tiene que haber de todo, mineros barrenderos, descargadores, camioneros... y es que hoy no te salva ni una carrera, el gran esfuerzo que tienen que hacer para despues acabar desempeñando cualquier trabajo.
Yo pertenezco a la "juventud rebelde", no he querido escuchar consejos ni aprovechar oportunidades, que si las he tenido. Lo que siempre he querido es vivir bien a cuenta de los demás
Actualmente tengo el título de REINCIDENTE. A ver, aquí tendrían que añadir algo. Los tribunales tendrian que tener en cuenta a la gente
-que roba por vicio
-que es obligada a hacerlo
-o el que roba por necesidad
Yo estoy en el primer grupo, aunque cambiaría lo de vicio por justicia social. ¿No están en la calle esos despiadados capitalistas, gente sin escrúpulos, que cierran sus empresas dejando miles de trabajadores desamparados?
¿Saben ustedes lo que es una cárcel? Aqui estoy metido entre unos muros, con el único consuelo de la familia que viene a vernos, aunque nos dejen un gran vacío y tristeza cuando se van. No dejo que pensar en mi madre y en los buenos consejos que me da, en lo mucho que la he hecho sufrir, pero estoy tan orgulloso de ella! Nunca se lo he dicho, solo la he hecho sufrir, la engañaba constantemente.
Recuerdo mi primera estafa. Fui a una empresa, dije que iba recomendado por una persona importante y me recibió el jefe. Le conté la terrible historia de mi maltrato familiar. Mi madre se había liado con un hombre que se emborrachaba y yo sobraba en casa. En ese momento me di cuenta que debía dedicarme al teatro. El hombre me creyó e iba dandome unas cantidades para ayudarme. Me resultó tan fácil que así comencé mi carrera delictiva. Llegué a tener 20 empresarios y podía darme la gran vida.
Esto es un infierno aquí dentro. Siempre hay peleas, y por tonterías. Nos levantamos a las siete y media de la mañana, nos aseamos, limpiamos nuestras celdas y despues vamos a desayunar. Paseamos hasta las 9, despues recuento y varias actividades hasta la hora del almuerzo. La cena a las siete y a las 9,30 hora de ir a las celdas. El tiempo libre lo empleo en jugar a las cartas, dados, parchís, o cualquier otra cosa, el caso es olvidar el tiempo que me queda aquí. Pocos trabajan en los talleres
Un dia, ojeando una revista me llamó la atención el anuncio de unas chicas que pedían cartearse con otras personas. No me gustaba que la gente supiera que yo estaba aquí dentro, pero finalmente le escribí a una chica. Me contestó y así comenzó mi correspondencia con chicas que solo conozco a través de sus fotos. Comprendí que no todo es odio, que tambien hay gente que vale la pena. Una me escribió: "El que nació pobre, pobre seguirá siendolo, pero si hay amor y libertad, lo demás no cuenta..."
Le conté la realidad de mi vida y al cabo de unos días recibí la respuesta. Tengo que decir que dudé en abrir la carta pero finalmente lo hice. Me decía que no tenía ningún motivo para dejar de escribirme, que a pesar de lo que hice no encontraba motivo para rechazarme, que al contrario, que en una situación como la mía necesitaba su amistad.
Nos seguimos escribiendo y llegué a creerme enamorado de ella, pero pasado el tiempo la considero mi mejor amiga
Continuará....