el trabajo «fijo y seguro» es un «concepto del siglo XIX»
Rosell afirma que el trabajo «fijo y seguro» es un «concepto del siglo XIX»
Eso dice el presidente de la patronal Juan Rosell y añade "en el futuro habrá que ganárselo todos los días"
Recuerdo, hace ya mucho tiempo, que un señor de Baredo, ahí cerquita de Baiona, me contaba que en el Pazo de Monte Real, hoy parador, se recogían limones. Los paisanos de la zona se ponían en fila ante la puerta y se subastaba el puesto a la baja. El señor Octavio, me dijo que trabajaba por dos reales al día y acababa la jornada agachando la cabeza dándole gracias al patrón
Hoy me vino a la cabeza el recuerdo de un viaje a Nueva York. Eso fue hace unos años, cuando nos llamaban a los españoles los "give me two". De repente nos sentimos ricos, Nueva York no era para tanto, ya lo habíamos visto en las películas. Los lujos, un poco horteras, como el edificio Trump, en la Quinta Avenida
contrastaba con la pequeña lavandería, regida por un casi anciano, a la que podías llevar las camisas sucias y te las devolvía lavadas y planchadas en una hora
Intenté agarrarme a la alegría de poder visitar una de las ciudades más pujantes del mundo pero la realidad me superó. Broadway
el paraíso del lujo y el boato, contrastaba con aquella pobre gente sentada con las espaldas contra las fachadas de los teatros, con las botellas, envueltas en papel, agarradas a las manos como si fueran sus últimos tesoros
¿Por que siempre tienen las botellas envueltas en papel? Pregunté- Porque a las autoridades no les importa que beban, pero no pueden hacer publicidad del alcohol
La realidad me superó totalmente cuando estaba comiendo en un restaurante y entró un hombre que iba rebañando los platos de los clientes que se iban levantando de las mesas, esto ante la indiferencia general
"Te unes al sistema o pasas a ser un desamparado" Esto no podrá ocurrir en Europa, me decía
Ayer me acerqué al Calvario, a la FERIA DEL ARTE, un mercado de abastos centro de cultura un día al año
La calle se llenó de gente, las terrazas de las cafeterías y hasta la lotera abrió esperando dar suerte a los que acudimos a la maravillosa iniciativa de Esther y Alba
Un día de sol, ambiente festivo ¿Que me hizo volver a la realidad? ¿Me puedes comprar un zanquito de pollo? Me suplicó un chico con cara de hambre. La pollería estaba abierta, por lo menos ayer comió algo...
¿Que nos quieres decir Rosell? ¿Quereis que volvamos a los tiempos del Señor Octavio?
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