miércoles, 22 de abril de 2009

Van Dyck y Blake, de paseo por la Tate Britain


Esta semana hacemos hincapié en dos formas de concebir el arte muy distintas entre sí: realidad y fantasía, con un siglo de diferencia. La prestigiosa galería Tate Britain acaba de inaugurar una muestra dedicada al malogrado William Blake que vendría a sumarse al grueso de exposiciones de la institución, entre las que hay que destacar al tiempo la retrospectiva del siempre excelente Van Dyck.




"Van Dyck y Gran Bretaña"

Hasta el 17 de mayo de 2009 puede disfrutarse la magnífica muestra que la Tate Britain (Londes, Gran Bretaña) ha llevado a cabo en torno a la figura de Anthonis van Dyck. Una muestra centrada en la labor retratística que el maestro holandés desarrolló durante sus años de estancia en el país bretón como pintor de corte del rey Carlos I, en la que es posible apreciar una pintura al servicio del mantenimiento de la estabilidad política que da buena fe de la excelencia que los flamencos llegaron a alcanzar en el llamado "retrato psicológico". Además, la exposición recoge no sólo algunas de las más destacadas obras de este periodo sino, asimismo, un conjunto de piezas de autores precedentes, al igual que muestra la repercusión que en la estética de la época tuvo van Dyck y sus posteriores influencias. Una excepcional reunión que se complementa con un pequeño número de obras que ofrecen el contrapunto al retrato de corte institucional y permiten completar el acercamiento al gusto estético del momento y lugar, al tiempo que revelan la formación estética humanística que el holandés obtuvo a partir de sus experiencias y el estudio de maestros italianos (como Rubens o Tiziano).


William Blake


Y, frente al realismo detallado y elegante de van Dyck, la Tate presenta en complemento el mundo onírico de William Blake, en una exposición que podrá visionarse hasta octubre de 2009. Casi desconocido en su época, Blake enfrenta todo el orden y la tradición que el flamenco representa: de extraña biografía -con visiones místicas y revelaciones proféticas- sus obras suponen un enfrentamiento al rígido gusto neoclásico y una victoria de la imaginación sobre la razón. La exposición de la Tate Britain está concebida como una reproducción de la que ya el propio autor organizó en 1809 en la tienda que su hermano poseía en el Soho londinense (dieciséis cuadros fueron los reunidos en aquella ocasión, obteniendo un gran fracaso) y pone de manifiesto la importancia que autores clásicos del Renacimiento italiano tuvieron en Blake, así como la estrecha relación que entre arte y literatura desarrolló a lo largo de su vida.

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