viernes, 18 de enero de 2019
Per Ekström
(1844-1935)
Después de estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de Suecia, en Estocolmo, Ekström fue a París en 1876. Permaneció en Francia durante 13 años, cinco de los cuales, que él llamó años de perro, en estado de suma pobreza en la alejada Carolles, en el límite entre Normandía y Bretaña. Cuando volvió a Paris, su reunión con sus amigos, el suave paisaje arbolado, y la luz de un gris plateado sobre la ciudad, condujeron a una profunda vitalización de su arte.
Los trabajos de los impresionistas, recientemente establecidos, también contribuyeron a esa renovación, pero dentro del marco de la visión artística de Ekström disfrutó de un éxito importante en la Exposición Universal de París en 1889, y en 1890, pudo volver a Suecia un reconocido pintor. El original pintor del sol, de la isla báltica de Öland, siguió su propia senda y no desempeñó más que un papel pasivo en el movimiento de los Oponentes, permaneciendo inconsciente de las aspiraciones estilísticas de los partidarios del romanticismo nacional.
Aurora Boreal
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