miércoles, 16 de enero de 2019

EL ROBO DE POCOMOCO

Gracias a Olga la panadera que gritó: "Ehhhhhhh que os jonkis están roubando o boneco". Inés asomó la cabeza y vió como POCOMOCO bajaba en volandas por Elduayen. Inés echó a correr, el electricista de Electricidad Vidal salió corriendo de su establecimiento tambien. Yo me partía de risa imaginando aquel muñeco de dos metros, piel de pana rosa corriendo por las calles de Vigo. Cuando consiguieron parar a las rateras solo se atrevieron a decir "Que pasa tía, o le echas valor o no te comes un rosco"
Ahora PocoMoco sigue estando en la calle, pero está atado con una cadena...El Paseo de Alfonso tiene su propia personalidad. Los niños gitanos pasan son sus triciclos y piden paso con un megáfono, unas señoritas minifalderas de largas melenas piden pitillos a los mozos y estos no se los niegan al escuchar aquellas voces y la nuez de la garganta, pero lo mas surrealista  es cuando veo pasar un chico paseando una palmera.
La planta iba sobre una maceta de ruedas atada con correa de perro. Inés me dice ¿Salgo y le digo que no es un perro?- No, le contesté ¿Hay alguna ley que prohiba pasear palmeras? Ademas mucho mejor para la humanidad, ¿O no? Que una palmera no deja sus "huellas" por las aceras...

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