Henri Rousseau (1844-1910)
Un arte, el naíf (ingenuo), que combina la ingenuidad formal con una cierta sofisticación temática y compositiva, y que acabaría influyendo notablemente en vanguardias como el fauvismo o el surrealismo, con el mismísimo Picasso a la cabeza.
Rousseau no se dedicó a la pintura hasta 1893 (49 años). Antes fue empleado de las oficinas fiscales municipales de París (de ahí su sobrenombre). Una vez abandonado su puesto y metido en el mundo de la pintura fue alabado por sus colegas, pero ignorado o directamente ridiculizado por los críticos. Vivía de una pequeña pensión y de los retratos que pintaba a sus vecinos.
Picasso, celebró en 1908 en su taller del Bateau-Lavoir una velada en su honor como una mezcla de burla y homenaje (una soirée como en la película «La cena de los idiotas»). El aduanero, varias copas después dijo al español: «Somos los dos pintores más grandes de nuestra época, tú en el estilo egipcio y yo en el moderno…».
Su pintura destaca por un enorme detallismo (después de todo, Rousseau admiraba el arte académico), el uso de colores intensos y modulados sutilmente, la perspectiva acientífica y la temática exótica o directamente onírica. Esta forma de representar los sueños fue muy alabada por los surrealistas años después.
Debido a esta falta de academicismo, esa forma de pintar nacida en realidad de su ignorancia, fue precisamente su sello característico y lo que le valió la inmortalidad.
Pintar sin saber pintar (quizás si un poquito)… Y a la mierda 5 siglos de tradición pictórica.
Historia del Arte
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